El vicario para la Acción Caritativa y Social, Gabriel Leal, ha asegurado que la cesión de la casa de acogida Cottolengo "siempre ha estado vinculada a un fin concreto", de atención a los más pobres, "que no puede cambiarse y que no permite su venta" y ha explicado que si se cerrara "revertiría al Ayuntamiento de Málaga". Así, ha dicho que hablar de especulación urbanística "sólo puede ser fruto del desconocimiento o de una manipulación".

El Cottolengo, ubicado en la zona de El Bulto, lleva desde el año 1965, cuando las religiosas del Sagrado Corazón de Jesús decidieron abrir un centro para atender a niños afectados por poliomielitis y a personas mayores en situación de dependencia, sin familia y con pocos recursos. La falta de vocaciones ha sido el detonante para la marcha de esta congregación, aunque ha destacado la ayuda de los voluntarios.

Leal ha afirmado que "nuestro único deseo es que siga sirviendo a las personas que no tienen cabida en otras instituciones" y "siempre será mantener el Cottolengo como servicio a los más pobres". Ahora, Cáritas Diocesana se encargará de la gerencia y la dirección, mientras su titularidad será de una institución diocesana. La idea de la Diócesis es encontrar una congregación religiosa que se comprometa a llevarlo. El nuevo director será Patricio Fuentes.

El vicario ha explicado que en cuanto la congregación comunicó al obispo de Málaga, Jesús Catalá, la decisión de no seguir al frente de la casa de acogida, el Obispado "se puso manos a la obra para encontrar cómo hacerlo" y poder continuar con la labor "sin ningún tipo de perjuicio para los acogidos que son los que dan sentido a la obra", destacando, en declaraciones a Europa Press que el obispo "no ha estado parado ni un solo día".

No obstante, ha apuntado, la congregación decidió marcharse y cerrar antes de lo previsto por lo que las religiosas ofrecieron a los enfermos continuar en otras casas que mantienen abiertas fuera de Málaga. El vicario para la Acción Caritativa y Social ha incidido en que el Obispado "no tenía la potestad de decidir sobre el futuro del Cottolengo", insistiendo en que "desde el principio se buscó la mejor solución para los residentes de esta casa".

Asimismo, ha asegurado que en las conversaciones que ha habido entre el Obispado, el Ayuntamiento y la Congregación religiosa "todos teníamos el mismo propósito: mantener la ayuda a los pobres", añadiendo que el Consistorio "ha ayudado a las hermanas en lo que le han pedido, incluso se les ofreció la posibilidad de reubicar a parte de los acogidos y desde el principio se mostró de acuerdo para que otra institución de la Iglesia lo gestionara".

Leal ha agradecido, igualmente, la labor de los voluntarios, lo cuales "se han mostrado satisfechos con la decisión y nuestro deseo es que sigan sirviendo a los pobres y colaborando de la mejor forma posible". Además, ha destacado que la hermana María Isabel se quede como voluntaria a título personal, ya que su congregación se marcha. "Seguro que prestará un gran servicio, como avalan los años que lleva trabajando en esta casa", ha concluido.