Iron Man 3 arrasa en taquilla en todo el mundo y  la factoría Disney está desesperada por convencer a Robert Downey Jr. de que vuelva a enfundarse la armadura, ya que el actor, al parecer, quiere dedicarse a otros proyectos.

El pasado lunes 6 de mayo se celebró una cena en un prestigioso restaurante de Los Angeles a la que asistieron la cabeza de Disney Studios, Alan Horn, el presidente de Marvel Studios, Kevin Feige, Robert Downey Jr. y su esposa, Susan, organizadora del evento, según informó The Hollywood Reporter.

El encuentro tuvo lugar para celebrar el gran estreno de Iron Man 3 en Estados Unidos, después de que se convirtiera en el segundo mejor estreno de la historia de los estados Unidos con más de 174 millones de dólares, a lo que se une por ahora, y en menos de un mes, ya ha recaudado 711 millones en todo el mundo.

Pero en esta cita también se habló del futuro cinematográfico de este superhéroe metálico. Según fuentes cercanas a las conversaciones, Disney, Marvel y Downey Jr. abordaron la posibilidad de que el actor repita su papel de Iron Man en Los Vengadores 2 y 3. Nada se dijo, en cambio, de una posible cuarta película de Iron Man.

La secuela de la reunión de superhéroes de Marvel, la tercera película más taquillera de todos los tiempos con más de 1.500 millones de dólares se estrenará en 2015 y pondrá el punto final a la 'Fase 2' de Marvel que conforman Iron Man 3, las secuelas de Thor y el Capitán América y Guardianes de la Galaxia.

La Fase 3, que todo indica contará con las terceras partes de Thor y el Capitán América y presentará películas de nuevos superhéroes como el Hombre Hormiga, Doctor Extraño o Pantera Negra, culminará con la tercera entrega de Los Vengadores, cuya fecha de estreno se sitúa en 2017 o 2018.

El contrato de Downey Jr. con Marvel para dar vida al excéntrico multimillonario y genio de la tecnología Tony Stark ha expirado con la tercera entrega que está en estos momentos en los cines.

El actor ha dejado en el aire su continuidad como Iron Man, afirmando incluso que, aunque se divierte mucho, le interesa más centrarse en otros proyectos.

Pero no será fácil darle la espalda al millonario caramelo es Tony Stark. Downey Jr. recibió 50 millones de dólares por su participación en Los Vengadores al renegociar su contrato y llevarse un porcentaje de las ganancias en taquilla.

"¿No es una locura? Ellos (Disney) estaban muy enfadados. Soy lo que se conoce como un coste estratégico", señaló el propio actor.

Se especula con que recibirá una cantidad bastante similar si, como todo indica, Iron Man 3 se convierte en un éxito milmillonario. Y puede que este coste estratégico se dispare aún más con los recelos que esto está despertando entre el resto de estrellas de Los Vengadores.

En todo caso, y con las cifras en la mano, el desembolso seguirá siendo una gran inversión para la productora.

Lo que es evidente es que las películas de Marvel en las que aparece Robert Downey Jr. funcionan en taquilla mucho mejor que el resto de sus producciones.

A la espera de ver cuál es la taquilla final de Iron Man 3, su predecesora, Iron Man 2, ya superó la taquilla de Thor en un 39% y la del Capitán América en un 69%.

Doug Creutz, un analista consultado por The Hollywood Reporter, destaca que la salida de Robert Downey Jr. de la franquicia podría significar una caída en los ingresos de Marvel Studios de hasta el 9%.

"Sería un impacto negativo para la franquicia. Él es Tony Stark. Y el resto de las sagas no tienen ni mucho menos el potencial en taquilla que tiene Iron Man".

"La otra forma de verlo, es que probablemente sin Downey Jr. Iron Man sería en términos de rendimiento en taquilla como esas otras franquicias", apunta.

Prescindir del actor sería un revés a la buena marcha de Marvel, cuyos ingresos suponen el 5% del total de todos los del gigante Disney.

A pesar de todo, hace unos días el presidente de Marvel afirmó que Iron Man seguirá antes o después con o sin Robert Downey Jr.

James Bond, Batman, Spiderman o Hulk —un personaje para el que Marvel ha utilizado tres actores: Eric Bana, Edward Norton y Mark Ruffalo— han demostrado que nadie es imprescindible.