Rechazan suspender el juicio a 'El Solitario', que según la jueza está simulando estar enfermo

  • Al inicio de la vista, 'El Solitario' se ha caído al suelo y cuando la juez le pidió que se pusiera "en pie", el acusado se tiraba de nuevo al suelo.
  • Fue reconocido por un médico y la juez le ha reprendido por "simular" estar mareado, cuando se encuentra "en buen estado de salud".
  • La acusación pide hasta 11 años de cárcel por un atraco. El delincuente más buscado de España durante 15 años asesinó a dos guardias civiles en 2004.
El Solitario, durante su juicio por el atraco a un banco en Alcobendas
El Solitario, durante su juicio por el atraco a un banco en Alcobendas
Tribunal Superior de Justicia de Madrid
El Solitario, durante su juicio por el atraco a un banco en Alcobendas

La juez de lo penal número 17 de Madrid ha rechazado este martes suspender el juicio que se celebra contra Jaime Giménez Arbe, conocido como 'El Solitario', por un atraco en Alcobendas cometido en 2006 porque simula estar en mal estado de salud.

Al inicio de la vista, los abogados del acusado, Andrés Abadie y Javier Álvarez, han pedido la suspensión de la vista alegando que el conocido atracador no se encuentra bien porque está en huelga de hambre y de sed para denunciar las condiciones en que se encuentra en la prisión portuguesa en la que cumple condena.

'El Solitario' se ha caído al suelo y cuando la juez le pidió que se pusiera "en pie", el acusado se tiraba de nuevo al suelo, por lo que tuvo que ser sentado en una silla por dos guardias civiles que le custodian. Tras aparentar que sufría un mareo, fue reconocido por un médico, y a continuación la juez le ha reprendido por "simular" estar mareado, cuando se encuentra "en buen estado de salud".

Aunque afirma estar en huelga de sed, 'El Solitario' ha pedido dos veces agua. "Necesito agua para recuperarme y hablar", ha dicho.

"Como en la época de Franco"

Giménez Arbe se ha ido recuperando y poco después ha pedido intervenir a la magistrada, que le ha dicho que ya debía esperar a su derecho a la última palabra, antes de que el juicio quedara visto para sentencia. El procesado ha asegurado que las pruebas recabadas no son concluyentes y que los testigos no pudieron reconocerle porque no perpetró ese atraco y que en todo caso vieron "a un personaje utópico, conocido como el Solitario".

Se ha referido así al disfraz que utilizó la persona que perpetró el robo, compuesto por una peluca, barba postiza, gafas de sol y una muleta, que, según ha asegurado, han usado otras personas antes y después de su detención en Portugal el 23 de julio de 2007. Durante su intervención ha mantenido un leve rifirrafe con la juez, que le ha pedido que se ciñera a hacer uso de la última palabra y le ha exigido respeto, por lo que el acusado ha llegado a decir que se sentía "como en la época de Franco".

La Fiscalía y la acusación particular han coincidido en que los testimonios concluyen que el Solitario es el autor del robo, en el que apuntó con el arma en la cabeza a dos personas y disparó a un mostrador antes de huir con 21.055 euros. Esa arma, los complementos con los que iba caracterizado y la furgoneta con la que supuestamente huyó le fueron intervenidos cuando fue detenido. Sin embargo, su defensa ha asegurado que "no existe prueba directa de que él sea responsable del atraco" porque ningún testigo le ha reconocido sin dudas.

Condenado por el asesinato de dos guardias civiles

El Juzgado de lo Penal número 17 de Madrid juzga a Giménez Arbe, condenado a 47 años de cárcel por el asesinato de dos guardias civiles en Navarra, por un supuesto atraco a mano armada en un banco de la localidad madrileña de Alcobendas. El atracador más famoso de España, se enfrenta a 11 años de prisión por los delitos de robo con intimidación y uso de instrumento peligroso, tenencia ilícita de armas y falsedad documental.

Según el fiscal, Giménez Arbe, movido por un ánimo de ilícito lucro, accedió al interior de la sucursal bancaria del Banco Popular de la plaza de la Moraleja número 1 de Alcobendas, el 10 de mayo de 2006, donde, tras exhibir un arma de fuego, exigió a voces a los clientes y empleados de la sucursal que "se fueran al suelo".

Acto seguido se dirigió a la caja, donde le reclamó de forma exigente e insistente a la cajera el dinero que contenía. Como quiera que no le parecieron suficientes los 21.055 euros del botín y desconfiando de la afirmación de la cajera de que no había más dinero allí, efectuó un disparo que impactó en la zona inferior del mostrador.

Después, le inquirió a la cajera para que le abriera una puerta lateral de la entidad bancaria, por donde se marchó con la cantidad sustraída a bordo de una furgoneta a la que había superpuesto, con el fin de no ser relacionado con la maniobra depredatoria efectuada, unas placas de matrícula fabricadas de modo artesanal por él mismo.

La pistola con la que cometió el atraco a la sucursal, de marca Ithaca, se encontraba en perfectas condiciones de funcionamiento, si bien el procesado carecía de licencia para su posesión y uso.

Jiménez fue el delincuente más buscado de España durante 15 años y actualmente se encuentra cumpliendo condena en la prisión de Monsanto de Portugal, desde diciembre de 2008, condenado a siete años y medio de cárcel por un atraco en el país vecino. En España ya había sido condenado a 47 años de prisión por asesinar a dos guardias civiles en Navarra en 2004.

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