Según la sentencia, los hechos que se imputan a la madre tuvieron lugar el 28 de marzo, cuando ambas iniciaron una "acalorada discusión" por la disconformidad de la madre con un castigo impuesto a su hijo.

En el transcurso del enfrentamiento, la mujer propinó a la jefa de estudios dos bofetadas, que no le produjeron ningún tipo de lesión, hecho del que "inmediatamente" se arrepintió y por el que pidió disculpas en repetidas ocasiones a la agredida, que presentó denuncia por estos hechos.

Durante la vista previa, que tuvo lugar en abril, el Ministerio Fiscal solicitó que a la mujer se le imputara, en vez de una falta, un delito de atentado a funcionario público, por el que solicitó una pena de ocho meses de prisión.

El titular del Juzgado número 1 de Berja (Almería) tomó finalmente en consideración las peticiones del Fiscal y, después de que la agresora manifestara su intención de no eludir su responsabilidad, acordó una reducción de un tercio en la pena solicitada, por la que condenó a la mujer a cuatro meses de privación de libertad, que no se harán efectivos por acuerdo de las partes.

El fallo del tribunal, uno de los primeros que reconoce este tipo de agresión como atentado, podría marcar un punto de inflexión en la tipificación de este tipo de delito sin necesidad de emprender reformas en el Código Penal.