Síndrome de Diógenes: Los mineros de la basura

  • Una decena de operarios del Ayuntamiento de Madrid trabaja en la brigada Diógenes.
  • Han ha sacado este año 100.000 kilos de desechos acumulados por personas con este síndrome, que acumulan basura en sus casas.
  • Los hay hasta de 40 años y viviendo en el barrio Salamanca.
Aspecto de una de las casas habitada por un enfermo de Diógenes (Ayuntamiento de Madrid)
Aspecto de una de las casas habitada por un enfermo de Diógenes (Ayuntamiento de Madrid)
Ayuntamiento de Madrid
Aspecto de una de las casas habitada por un enfermo de Diógenes (Ayuntamiento de Madrid)

"¿Qué será de Pastrana? Hace mucho que no nos da guerra... Mala señal", dice Pablo Domingo, miembro de la cuadrilla que limpia viviendas de personas con síndrome de Diógenes, la enfermedad mental que empuja a la acumulación incontrolada de basura.

En su piso hemos tenido que entrar picando una bóveda de macizo que estaba
"En su piso hemos tenido que entrar picando una bóveda de macizo que estaba", explica.

Pastrana es un vecino de Carabanchel y un viejo conocido de la brigada Diógenes del servicio de limpiezas del Ayuntamiento de Madrid.

De tanta basura que acumulaba, dormía en el descansillo. Dolores, vecina de Villa de Vallecas, cada vez que los ve venir, los amenaza con un cuchillo. Por sus casas pasan "cada dos años, de media".

Y no son los únicos a los que visitan. En 2006 han recogido ya más de 100.000 kilos de desechos apilados en 38 viviendas.

Actúan por todo Madrid y desmienten el mito del Diógenes anciano y pobre. "Los hay hasta de 40 años y viviendo en el barrio Salamanca".

Chatarra y billetes

El grupo acude a la llamada de un juzgado o del Ayuntamiento. Principalmente, tras meses de quejas por el insoportable hedor que emana de los pisos. «Una vecina nos enseñó un tarro de mermelada repleto de chinches», cuentan. Chinches, cucarachas y ratas conviven entre miles de kilos de desperdicios y se hacen visibles tras varios días de limpieza. «En un piso de la calle Arroyo Fontarrón sacamos, en octubre, más de 12.000 kilos», recuerda la agente Tere Sierra.

«¿Que qué guardaba? Pues de todo... chatarra, periódicos, ropa, cientos de cosas inservibles. Tenía decenas de palos de cepillos y paraguas, muchos paraguas, unos atados con otros», explica. A veces tanta porquería oculta tesoros, como la fortuna que guardaba en bolsas de basura una mujer que llevaba 30 años sin pagar el recibo de la comunidad.

Mordeduras de rata, picaduras de chinche

¿Quiénes son?: Son diez operarios municipales entre agentes de residuos, mozos y conductores.

¿Cómo van equipados?: Desde el verano tienen trajes personales y un equipo de respiración autónoma para evitar las mordeduras de rata, las picaduras de chinches, o mitigar la exposición a olores y líquidos fecales o productos químicos.

¿Cómo trabajan?: Tienen dos camiones de carga y una escala que llega hasta un décimo piso. Antes tenían que bajar a mano toda la basura. Los objetos de valor, dinero y documentos, se guardan. El resto va directo al vertedero.

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