Espido Freire: "La exaltación del malvado es muy peligrosa, sobre todo dirigida a mujeres jóvenes"

  • Con 'Los malos del cuento' la escritora ofrece una guía para identificar y sobrevir a las personas tóxicas, a los muchos psicópatas que nos rodean.
  • Utilizando los cuentos, la mitología, la Biblia, los sucesos e incluso al vampiro protagonista de 'Crepúsculo' analiza a los malvados y da herramientas para escapar.  
Espido Freire durante la Madrid Fashion Week 2013.
Espido Freire durante la Madrid Fashion Week 2013.
GTRES
Espido Freire durante la Madrid Fashion Week 2013.

Espido Freire ofrece en su última obra un viaje pormenorizado por la maldad humana. El último libro de la escritora bilbaína no es una novela, es un ensayo útil, ameno y accesible que disecciona y cataloga, con una minuciosidad casi zoológica, a los seres malvados que podemos encontrarnos.

Los psicópatas existen, son muchos y nos topamos con ellos con frecuencia. Sobre todo en su vertiente integrada, como explica la escritora: “Son gente que sabe distinguir entre el bien y el mal pero que escogen a conciencia el mal aunque suponga dañar al otro si a ellos les conviene”. Y con dañar se engloban desde asesinatos hasta actitudes que generan infelicidad, traumas e incluso problemas de salud física: “cuando la gente te hace daño, tendemos a somatizarlo”, cuenta Freire.

Los malos del cuento (Ariel) es por encima de todo una guía de supervivencia para sobrevivir a esas personas tóxicas que encontramos en el seno de la familia, en el entorno laboral, en nuestras relaciones sentimentales, ya que da las claves para escapar o enfrentarse a ellas.

Obviamente, para escribir el libro se ha arropado de un variopinto elenco de expertos: “psicólogos, periodistas, víctimas, expertos en crónica negra... siempre gente con sentido común”.

Gran parte de la originalidad del ensayo y de la razón por la que su lectura y comprensión sea tan fácil -en el mejor sentido de la palabra- radica en que utiliza los arquetipos de los cuentos infantiles (dulcificados en extremo en sus versiones más modernas) de la mitología clásica y nórdica, de la Biblia...  para describir los diferentes tipos sin corazón con los que podemos encontrarnos y, en los peores casos, los contextualiza con sucesos reales: el caso de Marta del Castillo, de Sandra Palo o del monstruo de Amstetten.

Freire emplea también mitos modernos como el vampiro de Crepúsculo. Sobre este personaje, semejante en muchos aspectos al protagonista de la exitosa 50 sombras de Grey y sobreabundante en la literatura más reciente, Freire tiene clara su clasificación como 'malo del cuento': “La beatificación o exaltación del malvado es muy peligrosa, sobre todo dirigida a mujeres jóvenes. Es muy complicado no ver un lado bueno en alguien destructivo, sobre todo si te resulta sexualmente atractivo. ¿Pero, compensa? Claro que no”.

En el libro queda claro que la psicopatía no distingue de sexos. Los hombres pueden ser brujas o madrastras. Los lobos o dragones también son mujeres. Tampoco ser una víctima es privilegio del sexo femenino, “pero es cierto que todo refuerza el papel de las mujeres como víctimas y del hombre como agresor. Y responde a la realidad, aunque decirlo sea políticamente incorrecto”.

La vocación social de la escritura

Es imposible hablar de Los malos del cuento sin relacionarlo con otro ensayo previo de Espido Freire: Cuando comer es un infierno (Aguilar), publicado hace exactamente once años y en el que abordó con ánimo de ayudar a los afectados los problemas de la bulimia y, en menor medida, la anorexia.

“Ese libro me ha dado muchas satisfacciones. Aún hoy muchos lectores contactan conmigo dándome las gracias”. Ambos ensayos tienen en común la vocación de la autora por prestar ayuda desde la herramienta que tiene como escritora: los libros. “Es una obligación ayudar a los otros”, repite en varias ocasiones.

Cuenta además que escribió pensando “en el lector que está mal, pero no demasiado, en aquel que cree que puede continuar; para esas personas que tienen un nivel alto de dolor que creen que pueden lidiar con él, que se justifican mucho. La verdad es que no pensaba en aquellos que están bien, esos ya suelen tener sus propios recursos”.

Es, además, semejante a Cuando comer es un infierno en el hecho de que la escritora ha padecido aquello que expone. Aunque realmente es difícil encontrar a un ser humano que no se haya topado alguna vez en su vida con alguna persona tóxica que le haya hecho sufrir y de la que haya tenido que huir o con la que haya tenido que enfrentarse.

En esa experiencia personal de Freire radica el germen de este libro. “Para mí ha sido muy complicado reconocer si alguien abusaba de mí. Una vez que me di cuenta de que alguien me estaba destrozando, hace muchos años, entré en un chat de psicología y lo conté. Y alguien que no sé quién es, tal vez un profesional, me contestó por privado diciéndome lo que pasaba y lo que tenía que hacer. Lo hice y en muy poco tiempo había escapado”.

Y entre madrastras, dragones, lobos... ¿Cuál es el tipo de malo del cuento particular de Espido Freire?. “Los vampiros. El vampiro siempre busca alguien que tiene algo que le interesa, sea obvio o no, y que le invita a entrar en su vida pese a que el vampiro siempre avisa de lo lo peligroso que es. E identificar al tipo de psicópata que atraes, saber el tipo de víctima que eres, (¿una empática compulsiva? ¿te sientes más hombre si proteges a alguien?) es una forma de conocerte a ti mismo y poder cambiar. La víctima no está indefensa”.

*Consigue un ejemplar de Los malos de cuento en PopularLibros.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento