Carismático y polémico, amado y odiado. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fallecido este martes a los 58 años, deja una herencia controvertida. Durante sus 14 años de mandato, el país ha ganado en igualdad entre la población y ha mejorado notablemente en índices como la pobreza o el analfabetismo. Pero frente a estos triunfos, ha sido acusado de autoritario y populista.

Chávez ha sido el presidente venezolano elegido democráticamente que más tiempo ha durado en el poder. Su legado ha quedado marcado por éxitos y fracasos.

Reducción de la pobreza. Los venezolanos son ahora menos pobres. Al menos así lo reflejan las cifras oficiales. El porcentaje de hogares con escasos recursos, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del país, ha pasado del 43,9% al cierre de 1998 al 24,5% apuntado en el censo de 2011. Venezuela también tiene ahora menos hogares en pobreza extrema: el 7%, diez puntos porcentuales menos.

Para evaluar esa pobreza, el Gobierno analiza cinco variables: niños en edad escolar que no asisten a la escuela, hacinamiento, vivienda inadecuada, hogares sin servicios esenciales y padres de familia sin educación o con una educación básica.

Menos desigualdad. Otro de los logros que se le atribuyen a Chávez es el de haber conseguido estrechar la brecha económica entre sus conciudadanos. El INE refleja que la desigualdad de ingresos, medida a través del coeficiente Gini, ha evolucionado desde el 0,486 conseguido en el primer semestre del 98 al 0,390 en el mismo periodo de 2011. Ese coeficiente se utiliza a nivel internacional y se sitúa entre cero y uno, siendo cero la igualdad máxima.

“Es el dato más bajo de América Latina”, apunta Juan Carlos Monedero, profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid y exasesor de Chávez. Monedero destaca medidas como la entrega de 200.000 viviendas sociales en 2012 o la gratuidad de la enseñanza universitaria, lo que ha situado al país en “el segundo con más estudiantes universitarios de América Latina”.

Apuesta por la educación. Chávez abogó por un amplio paquete de programas sociales, denominados misiones. Las más importantes son las educativas, como la Misión Robinson, para enseñar a leer y a escribir en los barrios populares; la Misión Ribas, para facilitar los estudios primarios, y la Misión Sucre, para los secundarios y universitarios. El porcentaje de analfabetismo que se recoge en el Censo Nacional de Población y Vivienda 2011, elaborado por el INE, no supera el 5%.

Monedero opina que durante el mandato de Chávez, “Venezuela ha recuperado la dignidad”. “Esto se logra cuando se recupera la soberanía y cuando tu pueblo come tres veces al día, se alfabetiza, tiene acceso a la salud y puede hacer planes de futuro”, valora.

Al frente de la unidad latinoamericana. Si por algo ha destacado el presidente venezolano ha sido por su proyección internacional y su carisma, no solo para unificar a la izquierda latinoamericana, sino también la región. Su arrolladora personalidad, caracterizada por no tener pelos en la lengua, y algunas de sus actuaciones han aumentado la visibilidad de Venezuela a nivel mundial. Tras su fallecimiento, varios líderes latinoamericanos han destacado de él su compromiso con la unidad de la zona. También la UE ha hecho hincapié en su "contribución a la integración regional en Suramérica", así como en su "desarrollo social”.

“Ha logrado la unidad latinoamericana más que en ningún otro momento de la historia”, comenta Monedero, quien valora positivamente que utilizara el mayor músculo económico de Venezuela “para ayudar a los países de su entorno”.

Concentración de poder. Algunas de sus decisiones políticas han suscitado el rechazo de sectores que han visto en ellas un intento del líder bolivariano de acaparar el mayor poder posible y perpetuarse en la presidencia, amparándose en su mayoría electoral. “Tomaron el control del Tribunal Supremo de Justicia y debilitaron la capacidad de periodistas, defensores de derechos humanos y otros venezolanos de ejercer sus derechos fundamentales”, afirma Human Rights Watch en un comunicado difundido el martes.

Tras ser nombrado presidente la primera vez, Chávez anunció la convocatoria de un referéndum sobre la necesidad de abrir un proceso constituyente y conceder al Jefe del Estado poderes excepcionales. La consulta se hizo el 25 abril de 1999 y salieron adelante ambas propuestas. Ese mismo año se aprobó la nueva Constitución Bolivariana y el 30 de julio de 2000 se celebraron elecciones legislativas y presidenciales, en las que fue reelegido. En octubre, la Asamblea Nacional le otorgaba poderes especiales para legislar por decreto en materias económicas, sociales y de administración pública. También cambió la Constitución para permitir la reelección presidencial ilimitada. El hecho de perder el referéndum al respecto en 2007 no le hizo desistir y retomó la iniciativa dos años después. La enmienda fue aprobada finalmente en una consulta celebrada en 2009, lo que le permitió optar a otro mandato.

División social. Frente a una reducción de la brecha económica, los opositores consideran que Chávez ha llevado a una división de la sociedad entorno a su figura. Los venezolanos están divididos entre quienes le apoyan y quienes están en su contra.

El presidente ha contado con millones de seguidores. Las muestras de dolor y conmoción de muchos ciudadanos al conocer su muerte o multitudinario cortejo que acompañó este miércoles su féretro por las calles de Caracas son solo una prueba de ello. En la otra cara de la moneda, ha tenido que hacer frente a huelgas, manifestaciones de protesta e incluso un golpe de estado en 2002, si bien solo le apartó dos días de la presidencia.

Enfrentamiento con los medios. “Las medidas de sanción y censura contra medios privados durante el gobierno de Chávez han repercutido fuertemente en emisoras y periodistas. Si bien en la prensa escrita aún es habitual que se critique duramente al gobierno, en Globovisión y otros medios se ha generalizado la autocensura por temor a sufrir represalias del Gobierno”. Con esta dureza se expresa Human Rights Watch en el mencionado comunicado.

La organización internacional argumenta su postura con algunos hechos recogidos en el informe Venezuela: Concentración y abuso de poder en la Venezuela de Chávez. Es el caso de la multa de 2,1 millones de dólares (1,6 millones de euros) que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones impuso a Globovisión. Human Rights Watch señala que después de que la cadena emitiera “una extensa cobertura de un motín carcelario que tuvo lugar en junio de 2011, transmitiendo numerosas entrevistas a familiares sumamente preocupados que manifestaban que las fuerzas de seguridad estaban matando a los presos”, Chávez respondió acusando al canal de “incendiar un país... con la única intención de derrocar a este Gobierno” y en octubre, la comisión “determinó que el canal había promovido el odio por razones políticas y fomentado la zozobra en la ciudadanía”.

La criminalidad sigue siendo un problema. La inseguridad preocupa mucho en Venezuela. La criminalidad es uno de los problemas más graves del país. Las propuestas para combatirla, como la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, no han dado los frutos esperados.

El Observatorio Venezolano de Violencia lamentaba en su informe de 2012 que ese año se produjo “un incremento generalizado de la violencia” y se llegó a una tasa de 73 muertes por cada 100.000 habitantes. “Con estas magnitudes, Venezuela se mantiene como uno de los países más violentos e inseguros del mundo”, añadía.

El próximo presidente y el nuevo Gobierno serán ya los encargados de gestionar este legado, con sus luces y sus sombras.