La Defensora del Pueblo pide a Madrid restringir el tráfico cuando la polución se dispare

  • Soledad Becerril exige tomar medidas en su informe del año 2012.
  • También solicita al Ayuntamiento que coloque las estaciones de medición en los lugares más contaminados, no en la periferia.

El Defensor del Pueblo ha solicitado al Ayuntamiento de Madrid la reducción del tráfico con el fin de limitar los episodios de alta concentración de dióxido de nitrógeno (NO2) que se dan en la ciudad bajo ciertas condiciones meteorológicas.

Así consta en el informe correspondiente a 2012 hecho público este miércoles por la defensora del Pueblo, Soledad Becerril.

En el texto, se recoge que esta institución ha sugerido que "el Ayuntamiento de Madrid adopte, con carácter excepcional y provisional, durante estos episodios y a partir del momento en que prevé que va a alcanzarse el nivel de preaviso de concentración de NO2, las medidas de restricción de tráfico, velocidad y aparcamiento privado de vehículos a motor previstas para el umbral de alerta".

Por otra parte, recoge el informe, "las estaciones de medida deben estar emplazadas de modo que se pueda disponer de un diagnóstico correcto de la calidad del aire". "Por tanto ha de haber necesariamente estaciones en las zonas más contaminadas, para así conocer la contaminación del aire que en las peores condiciones padece la ciudad de Madrid y sus habitantes", señaló.

Botella niega la polución

Hasta ahora, el Ayuntamiento de Madrid se ha negado a reducir el tráfico alegando que ello afectaría a la actividad económica de la ciudad. "La gente está deprimida por el paro; eso asfixia más", declaró Ana Botella en 2011 cuando aún era la responsable de la concejalía de Medio Ambiente. Poco después, culpó de la polución al polvo africano en suspensión, a pesar de que son las partículas que salen de los tubos de escape de los coches las que tienen más presencia en el aire de la capital.

Según los cálculos de la entonces concejala, el tráfico debería reducirse a la mitad para poder cumplir con las directivas europeas. En 2011, el Ayuntamiento ni siquiera medía el contaminante más peligroso, las partículas PM2,5. En 2010, alejó del tráfico las estaciones medidoras de contaminación.

A pesar de todo, Botella no ha dejado de asegurar que el aire de Madrid "nunca ha sido mejor". En 2012, Madrid logró el dudoso récord de batir en los primeros 11 días del año los niveles de contaminación permitidos para todo el conjunto del año.

La polución de Madrid capital, de hecho, ya traspasa los límites de la ciudad y empieza a llegar a Toledo y Guadalajara, provincias limítrofes.

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