La contaminación no entiende de fronteras. El humo de los coches que circulan por la capital y su área metropolitana se respira ya en pueblos de la periferia de la región e, incluso, en Castilla-La Mancha. Las estaciones medidoras de contaminación de Illescas (Toledo) y Azuqueca (Guadalajara) registran niveles de ozono (O3) superiores a los permitidos por la UE, según el Informe de Calidad del Aire presentado este martes por Ecologistas en Acción. "En La Mancha es considerable la aportación de contaminantes desde la región limítrofe de Madrid", concluyen los expertos.

El ozono registrado en la periferia está directamente relacionado con los gases que desprende el tráfico de Madrid, según aseguran los ecologistas. "Sin duda, el origen del ozono está en el dióxido de nitrógeno (NO2I) de la capital. Los coches desprenden dióxido y el viento lo arrastra decenas de kilómetros por el Henares y hacia el sur. A la larga, reacciona con la radiación solar y el oxígeno, transformándose en ozono", explica Francisco Segura, especialista en calidad del aire. "Es un gran problema, porque la gente se va a vivir a la sierra o lejos de la ciudad pensando que van a respirar aire puro, pero no es así", añade.

En la región (ver gráfico), hay alta concentración en Orusco de Tajuña (donde se superan los niveles tóxicos 77 días al año, frente a los 25 permitidos), San Martín de Valdeiglesias (73) y El Atazar (69). En Illescas se supera en 66 días; en Azuqueca, 41.

Este gas suele quedar en un segundo plano cuando se habla de contaminación. Pero, en realidad, sus efectos sobre la salud son tan nocivos como los del NO2 o las partículas. "Es un potente oxidante. A elevadas concentraciones causa irritación en ojos, mucosas y pulmones", apunta el informe. "Pero lo peor es que, literalmente, quema los alveolos y reduce la capacidad pulmonar hasta un 20%, algo fatal para asmáticos, niños y ancianos", explica Segura.

Por su parte, el NO2 castiga a los habitantes del área metropolitana. En la capital, los mayores focos de polución están en Fernández Ladreda (una media anual de 63 microgramos de NO2 por m3 de aire); en Escuelas Aguirre, donde confluyen O'Donnell y Alcalá (60); y Cuatro Caminos (55). En el resto de la región, lo peor está en Coslada (47), Getafe y Leganés (44 en ambas). El resto de España tampoco se libra: el 94% de los españoles respiran aire contaminado.

El Ayuntamiento de la capital se hizo de rogar, pero al fin pidió a la Unión Europea una moratoria para poder seguir rebasando los niveles de contaminación por NO2. La solicitud formal se hizo efectiva en julio, después de tramitar el Plan de Calidad del Aire que pedía Bruselas (con medidas como subir el precio de los parquímetros). Ahora la UE tiene seis meses para decidir si concede la prórroga o si multa a Madrid por su elevada polución.