La planta de una papelera situada en Torrelavega (Cantabria) vierte 1.000 litros por segundo de residuos al río Besaya, pese a que el pasado 23 de junio Medio Ambiente le retirase la autorización de vertido, suspensión posteriormente confirmada por el Tribunal superior de Asturias.

Se trata de la papelera de la empresa Sniace, cuya capacidad contaminante supera la de una ciudad de 500.000 habitantes, según una información aparecida en El País.

Ayuntamiento, PSOE, PP y Gobierno cántabro piden una moratoria para la empresa y que mantenga los 650 empleos.

Sniace tiene desde 2002 un permiso provisional de vertido que le obliga a reducir de manera paulatina su contaminación, algo que "ha incumplido sistemáticamente", según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Martínez.

La Comisaría de Aguas, dependiente de la Confederación, ha denunciado que la concentración de cloroformo en el río Besaya es 18 veces superior a lo permitido.