El ministro de Exteriores de Arabia Saudí, príncipe Saud al Faisal, asegura que el conflicto de Siria puede haberse cobrado ya 90.000 vidas, según ha comunicado al secretario de Estado de EE.UU., John Kerry.

La cifra es mucho más alta que los 70.000 que mencionó el martes la ONU a través de su alta comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay. El jefe de la diplomacia estadounidense lamentó la "desesperada" situación humanitaria y consideró que Al Asad "debe acabar con esta matanza" y "tiene la capacidad" de hacerlo "si decide entrar en un proceso diplomático".

"He podido hablar esta mañana con el ministro saudí de Asuntos Exteriores y lo primero que ha mencionado es que, según su estimación, al menos 90.000 personas pueden haber muerto en Siria, además de haberse producido una cantidad enorme de refugiados", dijo Kerry a la prensa antes de reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Ban repitió este viernes la cifra de 70.000 muertos al intervenir ante la prensa después de que Kerry informara de la estimación de los saudíes, y que abarcaría todo el conflicto sirio, desde que se desencadenaron las primeras refriegas entre la oposición y las fuerzas leales al régimen del presidente sirio, Bachar Al Asad, en marzo de 2011.

Kerry indicó el miércoles que está trabajando para intentar convencer a Al Asad, con quien mantuvo una relación de amistad en el pasado, de que su única opción es renunciar, y el viernes aseguró que pedirá consejo a Ban sobre cómo puede hacerlo.

El secretario general de la ONU, por su parte, consideró que es necesario aprovechar la oferta de Ahmed Muaz al Jatib, líder de la Coalición para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS), para entablar un diálogo directo con representantes del régimen de Damasco. "Ésta es una oportunidad que no debemos perder", subrayó Ban.