"Los objetivos esenciales" que se marcó hace un mes el ejército de Francia para su misión en Mali "han sido logrados", según manifestó el presidente francés, Françoise Hollande, en un encuentro en el Elíseo con su homólogo nigeriano, Goodluck Jonathan.

"Considero que lo esencial de la misión que marqué hace un mes, de los objetivos que fijé, han sido logrados", dijo Hollande. Así, "lo esencial" es que "el territorio de Mali ha sido liberado" y que "ninguna ciudad está ocupada por los grupos terroristas", lo que supone el cumplimiento del primer objetivo fijado por las tropas francesas el pasado 11 de enero, cuando el Gobierno galo ordenó la intervención.

En cuanto al segundo objetivo, el relevo de los soldados franceses por tropas africanas, está desarrollándose en estos momentos y, según destacó Hollande, "ya hay más soldados africanos no malienses en Mali que franceses".

Pese a estos éxitos, y aunque "ninguno de los grupos que hasta ahora ponía en peligro la vida de los malienses está en estado de llevar a cabo una ofensiva", Hollande hizo también hincapié en que la misión "no está terminada". Aún faltan esfuerzos, matizó, para garantizar la seguridad en el país africano porque en el norte de Mali persisten grupos que han sobrevivido a la ofensiva franco-maliense que podrían perpetrar "atentados terroristas" o llevar a cabo "operaciones de guerrilla".

"Tenemos que proseguir con la seguridad del territorio de Mali. Tenemos que evitar que los grupos terroristas se escondan. En el extremo norte del país hay que localizar algunos comandos terroristas y sus jefes", defendió el presidente socialista, después de que tras los enfrentamientos que sacudieron el pasado domingo la ciudad de Gao entre los rebeldes del Muyao y las tropas de Mali y Francia, la zona volviese a convertirse la pasada madrugada en escenario de explosiones, bombardeos y disparos.

Por otro lado, falta resolver también la situación de los rehenes franceses secuestrados en el Sahel por grupos yihadistas. No obstante, Hollande optó por la "prudencia" para no dar detalles del asunto.

Ahora, la seguridad en Mali es "esencial" para poder adentrarse en la siguiente etapa: la celebración de elecciones presidenciales. Para ello, es necesario que "los ciudadanos tengan la certeza de poder votar en libertad", por lo que "es preciso evitar que puedan hacer daño" los grupos terroristas que hasta hace poco dominaban el norte del país.

A este respecto se manifestó también el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, que, aunque defendió que "ha habido un avance considerable" en materia de seguridad, reconoció que la situación no está garantizada, porque pese a que no se prevén contraataques "masivos" sí "puede haber acciones individuales". Además, reiteró que experiencias como la de Afganistán demuestran que "el objetivo de la operación tiene que estar claro y el tiempo de la intervención no puede ser infinito".

Después de que, en un mes de operaciones, las tropas francesas hayan ido, poco a poco, tomando las ciudades del norte del país, que eran abandonadas, sin plantear combate abierto, por grupos como Monoteísmo y Yihad en África del Oeste (Muyao) o Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que llevaban aplicando la Sharia o ley islámica durante meses, el próximo martes se iniciará formalmente el programa europeo de formación del Ejército de Mali, en el que estarán implicados medio millar de instructores de varios países, para que puedan hacerse cargo del control de la zona.

Este operativo militar le cuesta a Francia una media de 2,7 millones de euros al día y ha puesto en evidencia, según ha reconocido el propio Gobierno, una serie de carencias en su equipamiento, principalmente en drones para vigilar desde el aire un territorio extenso, aviones de transporte para el envío de hombres y material y aviones de aprovisionamiento en vuelo.