Dos años después de que la casa de moda Christian Dior prescindiera de su diseñador estrella, John Galliano, aquel despido vuelve a la actualidad.

El modisto británico, que fue apartado de la firma textil después de que se difundiera un vídeo en el que proclamaba su amor por Hitler, ha decidido denunciar a Dior por despido improcedente.

De acuerdo con el medio Londos Evening Standard, Galliano reclama a la empresa 12 millones de libras (13.891.000 euros) como compensación por haber sido echado a la calle después de 15 años de fidelidad a la marca, aunque la cantidad no ha sido confirmada por el interesado.

Ante el tribunal francés que lleva el caso, la abogada del modisto ha explicado que su cliente fue despedido "sin una causa seria y real".

Además, la defensa argumenta que Galliano era adicto al alcohol y a las pastillas para dormir cuando fue grabado proclamando la excelencia nazi y arremetiendo contra los judíos. Por ello, sostiene que su despido fue "ilegal" atendiendo a razones sanitarias.

Tras lo ocurrido, Galliano, para quien llegaron a pedir seis meses de prisión y una multa de 22.000 libras (25.457 euros) por sus insultos antisemitas, afrontó finalmente una condena mínima a causa de su salud.

Además, pidió disculpas, aseguró que no recordaba lo que había hecho e ingresó en una clínica de rehabilitación.

Ante la reciente denuncia de Galliano, el abogado de Dior ha subrayado el carácter especial que tenía la relación laboral entre el diseñador y la compañía. "Galliano no era un empleado ordinario. De hecho, se podría decir que no era un empleado de la casa. La complejidad de sus diversos contratos y sus clausulas no coinciden con la imagen de pobre e indefenso trabajador que tratan de proyectar", ha opinado.