Responsables de Nunca Máis, representantes sindicales y varios dirigentes nacionalistas encabezaron la marcha de protesta con una conclusión unánime, sólo hay un camino posible para evitar otro accidente similar: la transferencia a Galicia de las competencias en seguridad marítima y ordenación del espacio marítimo-terrestre.

Mientras, a pesar del tiempo que ya ha pasado desde aquel fatídico 13 de noviembre de 2002, el fuel del petrolero que causó la peor marea negra que ha sufrido Galicia en su historia sigue sin reciclar. La empresa encargada será Sogarisa y los procesos técnicos están claros... pero la planta de tratamiento aún está sin construir.

El fuel sigue aquí

Las 60.000 toneladas con mayor concentración de fuel y, por lo tanto, más contaminantes fueron almacenadas en los meses posteriores a la catástrofe en las instalaciones de Sogarisa en As Somozas. Para su tratamiento es imprescindible una planta especializada, pero el bipartito se enteró el año pasado de que los terrenos en los que se iba a ubicar no eran públicos, como creían, sino privados.

Medio Ambiente tardó meses en expropiar los solares, proceso que culminó hace unos días, pero todavía falta la licencia municipal para edificar las naves. Sogarisa asegura que el tratamiento del fuel estará terminado en el verano de 2008 si no hay más retrasos y las instalaciones están en marcha en un plazo de dos meses. El cambio de Gobierno en la Xunta también retrasó el proceso.

El coste total del tratamiento asciende a 23 millones de euros y será sufragado por el Ministerio de Fomento, aunque algunas partidas las adelantará la Xunta.

¿Qué harán con el chapapote?

Sogarisa ha ideado un diseño específico para tratar el fuel. Los trabajaos se dividen en cuatro fases: separar el agua, la arena, el fuel y los plásticos. La grava que se obtenga se convertirá en material de construcción, la chatarra se valorizará, parte de los hidrocarburos serán reutilizados y el resto se enviará a un vertedero de residuos peligrosos. Mientras, la empresa realiza trabajos periódicos para comprobar que todo está bien y no hay filtraciones. Las futuras instalaciones tendrán maquinaria capaz de reciclar 20 toneladas por hora.