Los fotógrafos suizos Rico Scagiola y Michael Meier, que trabajan en tándem desde 2008, siguieron durante dos años a decenas de adolescentes contemporáneos, a los que grabaron en vídeo y retrataron intensamente para el proyecto Double Extension Beauty Tubes, que se exhibe mediante la sincronización de imágenes y música que parten de una decena de tabletas iPad.

El resultado es una radiografía tribal —entre los protagonistas hay góticos, emo, glam...— y generacional desde dentro de la siempre atractiva y difícil transición entre la niñez y la veintena, donde, según nos dicen, empieza la edad adulta.

A partir del muy alabado proyecto de Rico & Maier, como gustan presentarse, donde los teens responden a sus popias preguntas existenciales (¿cómo nos vestimos?, ¿cómo aparecemos ante los demás?, ¿y ante nosotros?, ¿qué deseamos?...), el Fotomuseum Winterthur, uno de los pocos centros públicos europeos de exhibiciones dedicadas exclusivamente a fotografía, ha organizado la muestra colectiva Junge Menschen (Gente joven), que intenta ser un cruce de miradas sobre la forma en que los adolescentes son mostrados y quieren ser mostrados.

"Crecer es una época de búsqueda. ¿Quién soy y quién deseo ser? Es un momento en el que intentamos establecer una relación con el mundo y con nosotros mismos. Todos nos hemos enfrentado a la experiencia de la transición entre la protección de la niñez y la responsabilidad y la fotografía artística ha examinado repetidamente esta fase de la vida", dicen los organizadores de la muestra, que permanecerá en cartel hasta el 10 de febrero.

La exposición temática reúne obras de casi treinta fotógrafos que se han interesado por el tema de los adolescentes y sus roles. Hay miradas de adultos que lograron meterse en el saco a los jóvenes y ganarse su complicidad, como la de Larry Clark, dedicado al vídeo (Marfa Girl, su último trabajo, no será estrenado en cine y se puede ver online por 4,5 euros), que en 1971 editó el polémico fotoensayo Tulsa, con una narración muy explícita de los juegos sexuales, las experiencias con drogas y los ejercicios de violencia de una pandilla de teenagers estadounidenses; o el japonés Nobuyoshi Araki, que ha retratado con obsesiva constancia a las lolitas japonesas.

Otros fotógrafos presentes enJunge Menschen ejercen una aproximación más distanciada emocionalmente como Alec Soth, Ari Marcopoulos y Boris Mikhailov. Entre elos nuevos valores destacan Beni Bischof, Anne Morgenstern y Maya Rochat.