El cooperante español secuestrado el lunes en la Franja de Gaza , Roberto Vila, ha sido liberado esta noche, y declaró su voluntad de seguir ejerciendo su trabajo en Gaza y Cisjordania.

"Me quedo", dijo tras su liberación.

El cooperante fue puesto en libertad sin condiciones por sus captores, cuya identidad se desconoce, pero se cree que han sido delicuentes comunes sin ninguna intencionalidad política.

Tras su iberación, Vila realizaba sus primeras declaraciones para los medios y afirmaba que se encontraba "muy bien", mientras quitaba importancia a lo ocurrido diciendo que había sido "lo de siempre", "muy rápido", en referencia a otros raptos breves de compañeros suyos.

Vila se mostró muy tranquilo al ser abordado por los periodistas tras su experiencia.

Tanto, que declaró: "Yo me eché a dormir al final, porque creí que esto no se iba a solucionar hoy, y me quedé dormido".

Dice que la experiencia no fue especialmente traumática para él: "Para nada. Más duro debe haber sido para los que lo vivieron desde afuera", en refrencia a su familia, con quien ya había hablado.

Casi seis horas de secuestro

Roberto Vila, de 34 años, se encontraba en compañía de la cooperante belga Celine Gagne tras visitar un proyecto en la localidad de Yan Yunis cuando tres o cuatro hombres armados con Kalashnikov les detuvieron.

El español fue introducido por la fuerza en un Skoda amarillo cerca de la localidad de Deir al-Balah, mientras que su compañera quedó en libertad.

El cooperante español, natural de Ourense, lleva dos años trabajando en los territorios palestinos para la organización humanitaria Asamblea de Cooperación por la Paz.

Según explicó la comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, Vila se ocupaba de un proyecto financiado por la Comisión Europea en beneficio de jóvenes palestinos minusválidos, "un proyecto claramente enfocado hacia las necesidades humanas y dirigido a los grupos más vulnerables de la sociedad".

Desde el primer momento, el jefe de la Diplomacia española realizó gestiones con las autoridades palestinas para lograr que "la liberación" fuese "lo más rápida posible".

Se trata del segundo secuestro de un español en menos de una semana después de que el fotógrafo Emilio Fernández Morenatti permaneciera cautivo durante 16 horas por un grupo de delincuentes en la franja de Gaza.