El expresidente de la CEOE Gerardo Díaz Ferrán, detenido en la Operación Crucero, ha dormido su primera noche en la prisión madrileña de Soto del Real por orden del juez de la Audiencia Nacional tras pasar los trámites habituales a los que se somete cualquier nuevo recluso.

Tras el reconocimiento médico habitual, Díaz Ferrán pasó el proceso de identificación y reseña como nuevo interno de la prisión, al igual que los otros seis detenidos en la operación policial que ingresaron junto a él en la cárcel, entre ellos el empresario valenciano Ángel de Cabo.

Fuentes cercanas al centro penitenciario han indicado que los siete reclusos fueron sometidos al "protocolo habitual" de ingreso en prisión, es decir, se tomaron sus huellas y su filiación y todos pasaron al módulo de enfermería para su revisión médica.

Tras estos trámites reglamentarios, las mismas fuentes han explicado que cinco de ellos fueron trasladados al módulo de ingreso, mientras que dos han permanecido toda la noche en la enfermería, uno de ellos a causa de un cuadro de ansiedad. Según la SER, las dos personas que pasaron la noche en la enfermería serían Ferran y Cabo. Éste último sería el que habría sufrido un ataque de ansiedad.

Las mismas fuentes no han podido precisar la identidad de los internos que han dormido en el módulo de ingreso. Tras un periodo de adaptación en este módulo los nuevos presos serás redistribuidos por la prisión de la sierra madrileña.

Por otro lado, y según informa también la Cadena Ser, Hacienda devolvió 2.052,47 euros al expresidente de la CEOE en su declaración de 2011, el mismo ejercicio en el que empezó a recibir 100.000 euros mensuales del empresario Ángel de Cabo.