La Santa Sede acogió este jueves "favorablemente" la decisión de la Asamblea General de Naciones Unidas "por la cual Palestina se ha convertido en estado observador no miembro" y recordó su posición de que se conceda a Jerusalén un estatuto especial garantizado internacionalmente.

Así lo expresó en un amplio comunicado en el que considera que la votación está enmarcada "en el contexto de los esfuerzos para dar una solución definitiva, con el apoyo de la comunidad internacional, a la cuestión ya tratada por la Resolución 181 de la Asamblea General de la ONU del 29 de noviembre de 1947".

"Ese documento es la base jurídica para la existencia de dos Estados, uno de los cuales no se ha constituido en los sucesivos 65 años, mientras que el otro ya ha visto la luz", subrayó en el texto.

Al mismo tiempo se mostró "convencida" de que el resultado de la votación "no constituye, de por sí", una solución suficiente para los problemas existentes en la región y que los mismos sólo se podrán resolver mediante el compromiso "efectivo" de construir la paz y la estabilidad "mediante la justicia y respetando las legítimas aspiraciones de los israelíes y de los palestinos".

El comunicado añade que este momento es la "ocasión propicia" para recordar la posición común de la Santa Sede y la Organización para la Liberación Palestina a favor del reconocimiento de un estatuto especial garantizado internacionalmente para la ciudad de Jerusalén. Ese estatuto garantizaría, según la Santa Sede, la libertad de religión y de conciencia, la identidad y el carácter sagrado de Jerusalén como Ciudad Santa, el respeto y la libertad de acceso a sus lugares sagrados.

El papa también pidió que "se reconozca universalmente" que el Estado de Israel tiene derecho a existir, que se reconozca que el pueblo palestino tiene derecho a una patria "independiente y soberana" y que la solución de "dos Estados sea una realidad y no un sueño".

Por su parte, el presidente de Francia, François Hollande, ha advertido de que la decisión de la ONU no es suficiente para conseguir la paz, por lo que ha urgido a las partes a reanudar las negociaciones directas "lo más rápidamente posible".

"Francia ha hecho una elección coherente con el objetivo de dos estados viviendo en paz y en seguridad", ha dicho Hollande, añadiendo que también "es coherente con su compromiso (personal) de apoyar el reconocimiento internacional del Estado palestino".

No obstante, ha advertido de que "no podrá traducirse en un acuerdo de paz justo y global". "Para conseguir este objetivo, las negociaciones (entre palestinos e israelíes) deben reanudarse sin condiciones y lo más rápidamente posible", ha estimado, según ha informado el Elíseo en un comunicado.

Hollande ha asegurado que Francia, -que ha votado a favor del nuevo estatus de Palestina-  está “dispuesta a contribuir” en las negociaciones, “como amiga de Israel y Palestina".