La Sanidad vuelve a pararse, pero la Comunidad mantiene el plan de recortes y privatizaciones

  • Segundo día de retrasos y cancelaciones en centros de salud y hospitales después de que 1.500 profesionales pasaen la noche en más de un centenar de ambulatorios.
  • María, trabajadora sanitaria: "Llevamos 28 años en este centro y ahora quieren dárselos a empresas privadas. No podemos permitirlo".
  • Ignacio González: ""Nadie está privatizando la sanidad, ni la va a privatizar, ni va a cobrar por ella ni va a reducir servicios".
  • Las razones para la huelga.
Pancarta de los trabajadores de la Sanidad pública de Madrid contra el plan de privatización y cierre de centros en la Comunidad.
Pancarta de los trabajadores de la Sanidad pública de Madrid contra el plan de privatización y cierre de centros en la Comunidad.
@ipr_gregoriom - Trabajadores del Instituto Provincial de Rehabilitación Gregorio Marañón.
Pancarta de los trabajadores de la Sanidad pública de Madrid contra el plan de privatización y cierre de centros en la Comunidad.

La Sanidad madrileña volvió a parar este martes a consecuencia de la segunda y última jornada de huelga convocada por todos los representantes de los trabajadores del sector contra el plan de recortes y privatizaciones anunciado por el Ejecutivo regional.

La Comunidad de Madrid situó de nuevo el seguimiento en el 25,9% del personal, aunque evitó hablar de normalidad en la red de atención. Los sindicatos y asociaciones de profesionales convocantes (Satse, CC OO, Amyts, CSIT-UP, UGT y Usae) elevaron la horquilla a entre el 85 y el 87%, con un apoyo del 90% en los hospitales cuya gestión sanitaria va a ser privatizada (Infanta Leonor, Infanta Sofía, Infanta Cristina, Henares, Sureste y Tajo).

La realidad a pie de calle es que este martes se repetían las esperas, los retrasos y las cancelaciones de citas por la protesta de la gran mayoría de los 75.000 profesionales sanitarios llamados a la huelga, que volvieron a celebrar asambleas y actos de protesta a las puertas de sus lugares de trabajo.

El recibidor principal del Hospital Fundación de Alcorcón (de gestión privada) amanecía lleno de pancartas a favor de la Sanidad pública. Pocos enfermos acudieron a primera hora debido al paro general. Las consultas, según los trabajadores, se encontraban bajo mínimos.

En los pasillos del Gregorio Marañón, médicos en huelga recogían firmas contra los planes del gobierno regional. Numerosos pacientes del centro tuvieron que volverse a sus casas después de haber sido citados para otro día. Incluso un grupo de presos custodiado por la Guardia Civil tenía que regresar a prisión sin realizarse las pruebas porque la atención en las consultas era prácticamente nula.

La situación era similar en el 12 de Octubre, La Paz o el Hospital del Tajo (Aranjuez). En este último, el 90% de la plantilla respaldaba el paro. En La Princesa, que se ha convertido el bastión de la lucha de la 'marea blanca', el colectivo sanitario volvía a tomar la calle junto a los pacientes.

Temor a los recortes

En el segundo día de retrasos y cancelaciones, médicos, enfermeros y personal no sanitario trataron de hacer más llevadero el paro a los pacientes explicándoles el motivo de su protesta. "Muchas personas se solidarizan aunque otras nos riñen, como una señora que nos llamó embusteros y nos dijo que la vida nos pasará factura por lo que estamos haciendo", explicaba a la agencia Efe Elena Hurtado, una médico residente del Gregorio Marañón.

En el hospital Niño Jesús, Alicia García, que salía de consulta con su hija, elogiaba el servicio que le ha prestado siempre el centro, por lo que temía una posible privatización de los servicios: "Ya veremos como termina esto". Gemma Solanilla, madre de una niña que acudía a consulta, denunciaba que los recortes en Sanidad "los pagaremos los pacientes".

Vigilia en los ambulatorios

El paro de este martes tuvo lugar tras una noche de vigilia. Trabajadores sanitarios protagonizaron encierros en un centenar de centros de salud de toda la región —sumándose a los que se iniciaron en los hospitales— sin que se produjesen incidentes en ninguno de ellos. Según Amyts, más de 1.500 profesionales pasaron la noche al raso en las instalaciones.

María Antonia, empleada de un centro de salud de Parla, justificaba así su lucha: "Muchos de los empleados que estamos aquí estamos en el centro desde su apertura. Llevamos 28 años aquí y ahora quieren darle 27 ambulatorios como este a empresas privadas. No podemos permitirlo".

La Comunidad no recula

Tras esta demostración de fuerza —y la manifestación de cierre convocada para este martes— los sindicatos han invitado a rectificar al presidente de la Comunidad, Ignacio González, y al consejero de Sanidad, Javier Fernández Lasquetty.

Victoria: "La huelga es totalmente injustificada"El Ejecutivo, sin embargo, se mantiene en su postura inicial. Este lunes, González negó que se estén privatizando centros o cerrando hospitales, aunque Sanidad ya ha comunicado que entregará la gestión completa —los paciente seguirán teniendo asistenta gratuita financiada con sus impuestos— de seis hospitales y 27 centros de salud a empresas privada y que cerrará el Instituto de Cardiología.

Este martes, el portavoz de la Comunidad, Salvador Victoria, insistió en que la huelga ha sido "totalmente injustificada" porque se ha construido "sobre una mentira". "Nadie está privatizando la sanidad, ni la va a privatizar, ni va a cobrar por ella ni va a reducir servicios", insistió el propio González, que destacó que los modelos de gestión íntegramente privada funcionan ya en los hospitales de Móstoles, Torrejón o Valdemoro, por lo que seguirá extendiendo la fórmula.

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