El conductor español es alegre pero necesita sentir miedo para ser prudente

  • Los mayores de 65 años son los que más disfrutan con la conducción.
  • Los conductores de Ceuta y Melilla, La Rioja, Baleares y Asturias son los que más se aburren.
  • Según un estudio de la Fundación Attitudes, de Audi, presentado hoy.
El conductor español de automóviles es mayoritariamente alegre y extrovertido, pero necesita de la emoción del miedo para ser prudente, según un estudio de la Fundación Attitudes, de Audi, presentado hoy.

El doctor Francisco Alonso ha sido el encargado de elaborar este informe sobre el papel que juegan los aspectos emocionales a la hora de conducir y, respecto a la emoción del miedo, puntualizó que aunque es negativa en casi todos los órdenes de la vida, "en el plano específico de la conducción se presenta como un elemento positivo, ya que actúa sobre el conductor como un mecanismo de seguridad y de control".

No obstante, matizó que se trata de un miedo controlado y que, de no ser así, esa emoción podría provocar efectos muy negativos.

El principal factor de miedo confesado por los conductores es, sobre todo, la conducta de los demás al volante.

Educación emocional

Alonso lamentó que "en España no hay estrategias de formación vial centradas en las emociones y es necesario trabajar en este marco. Hay una apuesta por una educación emocional que tienda a lograr conductores emocionalmente inteligentes".

Alonso definió ese concepto como la capacidad para controlar emociones en casos como la conducción y el estudio ha concluido que, entre los encuestados, un 16% ha demostrado tener un índice bajo de esa capacidad, un 55% medio y un 29% alto.

Por sexos, la mujer tiene mayor capacidad para controlar esas emociones que el hombre.

En España no hay estrategias de formación vial centradas en las emociones
  Los conductores con una
inteligencia emocional baja se incluyen en un grupo de riesgo alto o medio en cuanto a potencial accidentalidad, ya que, según el informe,
conducen más deprisa de lo aconsejable y tienen más propensión a los siniestros o las sanciones.

Como conclusiones del informe se resaltan que los conductores españoles se declaran alegres el 95,6%, emocionalmente estables un 95,2%, optimistas un 88,4% y extrovertidos un 76,4%.

Para Alonso, este cúmulo de emociones positivas ayuda a un mejor disfrute de la conducción y apunta otro dato que es que la mayor alegría se detecta en conductores que no han tenido accidentes, en tanto que los accidentados arrojan una actitud más pesimista ante el volante.

En el otro plato de la balanza y, por tanto, como factor negativo emocional, se sitúan los conductores introvertidos, un 23,6%; pesimistas, un 11,6%; inestables (4,8%) y tristes (4,4%).

Alonso agrandó la importancia de estos bajos porcentajes del grupo negativo, por cuanto en una sociedad como la española, con un alto grado de motorización, el volumen de conductores afectados es importante.

Conducir, les pone de buen humor

El español toma la conducción como algo relajante, como lo prueba que casi el 90% de los conductores admita que guiar el coche les pone de buen humor, mientras que un 85,4% lo toma como una actividad divertida y a un 72,5% les descansa.

Los mayores de 65 años son los que más disfrutan con la conducción, lo mismo que el tramo de edad entre 18 y 25 años, pero los maduros entre 36 y 45 son lo que asumen un mayor índice de la práctica de esta actividad como aburrimiento.

Es revelador que un 15,8% de los conductores confiese que no les agrada la conducción, es decir que la toman como una actividad obligatoria, mientras que para la gran mayoría los grandes beneficios de conducir se instalan en causas como la comodidad, la movilidad y la libertad.

Por regiones, son los habitantes de Castilla y León, Aragón, Castilla-La Mancha, Navarra y Cantabria los que más disfrutan guiando el coche, pero los de Ceuta y Melilla, La Rioja, Baleares y Asturias son los que más se aburren.

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