Son dos de los niños traviesos más conocidos del arte británico contemporáneo, pero al contrario que algunos de sus colegas de generación —entre ellos los muy famosos y con frecuencia caraduras miembros del movimiento de los Young British Artists—, mantienen viva la llama iconoclasta pero ideológica del punk y no se apuntan a las maniobras de especulación o las francachelas al pairo del poder. Tim Noble (Stroud, 1966) y Sue Webster (Leicester,1967), que trabajan como pareja desde los años noventa, son bastante más serios.

Si hasta ahora se habían dedicado a trabajar con basura, en una alegoría crítica contra el despilfarro de la sociedad de consumo, su nueva exposición, Nihilistic Optimistic (Nihilista optimista) —en la galería Blain|Southern de Londres hasta el 24 de noviembre—, está construida sobre restos de madera. La técnica sigue siendo la misma: los artistas elaboran complejas estructuras escultóricas sin formas precisas, cuyas sombras se convierten en exactos perfiles sobre la pared.

El resultado visual, que tiene un gran impacto, muestra a los artistas en autorretratos que parecen sombras chinescas de fidelidad hiperrealista. La exposición, la primera en la capital británica de Noble y Western desde 2006, mantiene la línea de trabajo de la pareja, empeñada en reflexionar sobre la sostenibilidad y utilizar exclusivamente materiales de desperdicio.

Los restos que venían empleando hasta ahora —entre ellos basura orgánica— han sido sustituidos por escorias y brozas de madera de forma meditada. "Hubo una especie de elección deliberada de no utilizar objetos reconocibles. Empezamos a fracturar las objetos, a astillarlos. La mente tiene que vagar por nuestra obra de una manera diferente, dando y recibiendo. Esa reacción está provocada por las brechas y espacios vacíos en medio de las esculturas", explica Noble.

Nihilistic Optimistic quiere expresar desde el dualismo del título de la muestra las "fuerzas opuestas" presentes en las obras, constructivas a partir de la destrucción, esperanzadas desde la desesperación. Otras dualidades son más obvias: luz y sombra, forma y ausencia, figuración y abstracción...

Como en su obra anterior —entre ella la cubierta del álbum Dig, Lazarus, Dig!!! (2007), de Nick Cave & The Bad Seeds—, el juego que proponen Noble y Webster tiene que ver con el caos del mundo presente, pero esta vez los artistas arriesgan más y se exponen. Las seis piezas que componen el montaje de la exposición, una vez reflejadas en las paredes de la sala por medio de focos de luz, forman siluetas que son autorretratos de la pareja.