Al menos 25 civiles murieron y 50 más resultaron heridos en un atentado suicida perpetrado este martes durante un entierro en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, informaron fuentes oficiales y de la policía. El portavoz del gobernador provincial, Ahmad Zia Abdulzai, explicó que en el ataque fallecieron entre 25 personas, todas ellas civiles, y precisó que la explosión tuvo lugar en el distrito de Dur Baba, situado en la inestable frontera con Pakistán.

El jefe de la policía de Nangarhar, Abdulá Stanikzai, dijo que el atentado tenía aparentemente como objetivo al máximo responsable administrativo de la mencionada demarcación, Hamesha Gul, que resultó herido. La acción fue cometida por un terrorista suicida que detonó los explosivos que portaba adheridos a su cuerpo en medio de una multitud de personas que se habían congregado en el lugar para participar en un funeral.

Las autoridades han acusado del ataque a los talibanes, aunque ningún portavoz insurgente ha confirmado por el momento la autoría del mismo. Los sucesos violentos son bastante frecuentes en el arco suroriental de Afganistán, donde predomina la etnia pastún y propia de los talibanes.

Los insurgentes luchan por derrocar al Gobierno afgano y forzar la salida de las tropas extranjeras del país para volver a instaurar un régimen fundamentalista islámico como el que hubo desde 1996 hasta 2001, año en que EEUU invadió Afganistán. Las fuerzas de la OTAN iniciaron el año pasado la transición de seguridad con el Ejército y Policía afganos y, según la hoja de ruta, este proceso culminará en 2014, cuando está previsto que no permanezcan tropas de combate extranjeras en el país.