El pintor murciano Luis Pérez Espinosa ha ido más allá de lo realizado por la ya famosa Cecilia Giménez, restauradora del eccehomo al que ahora miles de personas esperan ver. Ha realizado otro, que quiere que sirva de homenaje a la popular restauradora de la localidad zaragozana de Borja.

Se trata de la primera versión de la propia restauración, y en una semana estará en manos de la protagonista. ¿Por qué ha hecho esta versión? Porque para Luis, esta obra ha pasado a la historia del arte. "La noticia me conmovió, me recordó a mi madre fallecida hace 90 días. Y entre lo sentimental y las injusticias que están ocurriendo con ella, me decidí a hacer mi propia versión. Me remueven los sentimientos quizás cursis, pero me parece buena idea que como todos los pintores de renombre hemos tenido casos parecidos, ponerme de su lado", asegura a 20minutos.es, a quien ha decidido mostrar la obra en exclusiva.

Su apoyo a Cecilia va más allá de la pintura. Luis pide que se arreglen las cosas. "Hay que intentarlo. No debiera haberlo hecho, no es una profesional, pero tuvo un par de narices como mujer valiente, lo ha hecho lo mejor que le ha salido. Podría haber terminado incluso peor estéticamente. ¡Es como si lo hubiera pintado un niño!", añadía.

La valentía cuenta más que el resultado. Nadie se atrevía a arreglar un cuadro, hasta que apareció "una señora de 80 años". Considera que se están burlando y quiere ir "al rescate de esta mujer". No tiene pensado hablar con ella, solo enviarle unas líneas para agradecerle lo realizado y mostrarle el apoyo de muchos pintores. "La idea es ver si alguno más se espabila y se posiciona junto a ella. Hay gente que va de enterada, que sepa que no es tan fácil. Ha hecho una obra de arte. Esta mujer ha pasado a la historia del arte en 30 segundos".

"Tiene un perfume de bondad que debemos tener en cuenta. El fresco lleva más cosas. Propongo que eso no se destruya jamás, ahí hay dos obras. Dos obras unidas, aunque estén fusionadas. Estamos ante las primeras páginas de un novelón, y sin duda en otro país aprovecharían el tirón con medio museo para esta obra, novelas, etc".

Este pintor se desmarca de las comparaciones con Van Gogh que asegura recibir. "Me halaga mucho pero al mismo tiempo me fastidia que nos comparen. Una vez le escribí una carta en la que decía que no se molestara, que él estaba en el siglo XIX y yo en el XXI, y que me permitiera acuñar un nuevo término para tener la repercusión correspondiente. Dentro de 30 o 40 años se valorará esta obra". Habla así del 'emocionismo', el arte de "deformar la realidad con el máximo de belleza".

El emocionismo –que ya tiene registrado– se solidariza con Cecilia Giménez. "Como el padre del emocionismo, quiero que quede claro que doy mi firma a esta señora, con independencia de que ella no quiera entrar en ese lugar en mucho tiempo. Le enviaré el cuadro con una nota de dos líneas, para que lo tenga en casa".

Ha tardado poco en hacerlo. La madrugada del viernes al sábado se puso manos a la obra, y desde este sábado está en un lugar especial. "Ahora está en mi galería favorita, en el café bar Alfonso X El Sabio. Ahí es donde desde hace cinco años, cada veinte días o cada mes, pongo una obra. Así la gente que va a tomar algo está viendo arte cada día. Me ponen verde de vuelta y media, pero como pintor me doy la gran satisfacción de que la gente vea rápidamente lo que he hecho".