El último curso, sólo el 38,1% de los alumnos de  ESO (10.671 jóvenes) asistían a estas clases, menos de la mitad que en las aulas de primaria, donde los niños con esta opción, 32.770, eran mayoría (78,8%).  La diferencia es aún mayor si se les compara con los alumnos de bachillerato, con sólo un 28% (2.833 alumnos).

Según los últimos datos del Arzobispado de Zaragoza, seis de cada diez alumnos de secundaria (17.298) se decantan por la asignatura optativa (actividades de estudio o enseñanza de valores éticos), mientras que en primaria poco más de dos de cada diez dejan de cursar religión. Los padres de esta pequeña minoría se quejan de que algunos centros ni siquiera ofrecen una alternativa a sus hijos y les tienen «casi sin hacer nada» durante la clase de religión.

La asignatura ha ido perdiendo alumnos de manera progresiva durante los últimos cursos. Hace cuatro años, el 84,4% de los niños de primaria, el 41,4% de los de secundaria y el 29,1% de los de bachillerato de los centros públicos seguían estos estudios, un  5,6%, 3,2% y 1,1% más que el año pasado, respectivamente.

Un seguimiento desigual

En privados y concertados son mayoría: La pérdida de alumnos en religión no afecta a colegios privados y concertados aragoneses (la gran mayoría de congregaciones católicas). En todos los ciclos educativos la asignatura tiene un seguimiento superior al 95% de los alumnos.

Los profesores los elige la Iglesia: Las diócesis son las que eligen a los profesores, pero son el Ministerio de Educación (para los de primaria) o la Consejería correspondiente (para los de secundaria) los que les contratan y pagan.

Otras religiones: Tres colegios zaragozanos imparten, desde hace casi diez años, religión evangélica. Además, el curso pasado se puso en marcha un programa piloto de islam, aunque sólo hay tres profesores para Aragón.

Piden que sea extraescolar: Los sindicatos de enseñanza reclaman que las clases de religión en los centros públicos se den fuera del horario lectivo, «para no perjudicar al resto de alumnos».