España importó durante 2005 hasta 125,7 millones de toneladas, lo que supone una tasa de dependencia del 85,1%, cifra que aumentó en 7,7% con respecto al año anterior y que supone un nuevo máximo histórico de dependencia energética en nuestro país.

La dependencia energética de la Unión Europea creció dos décimas durante 2005 hasta alcanzar un nivel del 56% de importaciones requeridas para cubrir las necesidades de los Veinticinco, según los datos difundidos por la oficina estadística Eurostat.

A pesar de que el consumo se mantuvo estable con respecto al año anterior (en 3,6 toneladas de crudo per cápita) la producción energética europea descendió un 4,2% y las importaciones aumentaron un 4,5% respecto al año anterior.

De este aumento, las compras de petróleo crecieron durante 2005 en un 2,9%, lo que sitúa a la UE en una dependencia exterior del 60% con respecto a este producto. En cuanto al gas, 25% de nuestras reservas son compradas a otros países, con un crecimiento durante el último año del 9,2%.

En este escenario, los Estados miembros más dependientes fueron Chipre (100%), Portugal (99,4%), Luxemburgo (99%), Letonia (94%) e Irlanda (90,2%), mientras que los menos necesitados de importaciones son Reino Unido (13%), Polonia (18,4%), Estonia (33,9%), República Checa (37,6%) y Países Bajos (38,9%).

Dinamarca es una excepción en esta tendencia ya que produce más energía de que la que necesita, por lo que es exportadora neta de la misma.

Menos producción

El descenso de la producción europea de energía fue considerado por Eurostat como causa principal del aumento de la mayor dependencia energética. Durante 2005, la producción propia de la Unión Europea cayó en un 4,2%, con registros menores de producción en todos los tipos de energía.

La producción de crudo, por ejemplo, disminuyó en un 9% en comparación con datos de 2004. Lo mismo ocurrió con el gas natural (5,8% menos), el carbón (5,7%) y la energía nuclear (1,3%).

Estas reducciones fueron además generalizadas en todos los grandes productores de energía europeos. Reino Unido, que produce hasta el 70% de crudo de la UE, redujo sus extracciones en un 11,4%, mientras que Dinamarca, que le sigue con una producción del 15%, registró un 3,8% menos de extracción.

En cuanto al gas natural, Reino Unido es también su mayor productor, contabilizando el 44% de la producción total, seguido por Países Bajos, con un 32%. La producción de gas en ambos Estados miembros disminuyó en un 7,7% y 5,9% respectivamente.

En Polonia, que extrae hasta el 57% del carbón europeo, la producción cayó en 2,1% durante 2005, lo mismo que en Alemania, que redujo su porcentaje en un 3,9%. Reino Unido registró una reducción incluso más drástica de hasta 17,9 puntos porcentuales.