Otro testigo del caso 'Kárate' relata sus relaciones sexuales con los acusados

  • Este caso ha dado lugar al que está considerado el mayor proceso que se juzga en España por pederastia.
  • Han declarado varios testigos, que eran menores en el momento de los hechos y que han narrado cómo mantuvieron relaciones sexuales con los acusados.
María José González Peña (i), esposa de Fernando Torres Baena (d), e imputada al igual que él en el llamado caso "Kárate", saluda a sus familiares en un receso durante la sesión.
María José González Peña (i), esposa de Fernando Torres Baena (d), e imputada al igual que él en el llamado caso "Kárate", saluda a sus familiares en un receso durante la sesión.
Elvira Urquijo A. / EFE
María José González Peña (i), esposa de Fernando Torres Baena (d), e imputada al igual que él en el llamado caso "Kárate", saluda a sus familiares en un receso durante la sesión.

Un testigo del caso Kárate ha afirmado este martes que llegó a su pueblo "un poco desorbitado" tras compartir cama, a los 14 ó 15 años, con el principal acusado, Fernando Torres Baena, y su pareja e imputada, María José González, y mantener relaciones sexuales con la procesada Ivonne González.

El testigo, identificado con el número 41, conoció a los acusados durante un "clinic" de fútbol al que asistió un verano en un instituto, según ha manifestado al tribunal de la Audiencia de Las Palmas, ante el que este martes han declarado otros dos jóvenes, identificados con los números 29 y 44, y un menor a puerta cerrada.

El número 41 ha explicado que llegó a su pueblo desorientado y muy "agitado emocionalmente", tras la experiencia sexual que vivió en el chalé de Vargas, donde pasó un mes y medio tras el curso de fútbol que realizó en un instituto.

Según ha señalado, no sabía si por lo experimentado en Vargas debía acostarse con "veinte hombres o veinte mujeres, tener una novia o esperar a enamorarse" y tampoco entendía que las chicas le rechazaran por querer tener de manera inmediata relaciones sexuales, que entendía que era lo natural.

Ha indicado que sufrió esos problemas emocionales durante un tiempo, por lo que tuvo que modificar su conducta y "borrar" lo aprendido para "no faltar el respeto a las personas".

El testigo ha dicho que perdió su virginidad con la acusada María Jose González, que Torres Baena le manifestó que le dejaba mantener relaciones con su pareja en gratitud al amor que sentía hacia él, y que dejó de compartir cama con ambos porque bajó su rendimiento en los entrenamientos de fútbol que recibía del acusado.

Durante el tiempo que compartió cama con la pareja solo tuvo relaciones sexuales con la procesada María José, y cuando fue apartado de ella por decisión de Torres Baena las tuvo con éste, que, poco a poco, le dijo que también debía estar con hombres, y posteriormente con Ivonne González, con quien llegó a formar tríos junto a la otra acusada.

El testigo ha indicado que pasó varios veranos en Vargas, donde también mantuvo una relación con un hijo de Torres Baena a los 18 ó 19 años, surgida de forma "espontánea", y donde también conoció a su hijo pequeño de quien le sorprendía su conducta, pues ha señalado que no era "muy inocente" para ser un niño.

La testigo identificada con el número 29 ha afirmado que perdió su virginidad a los 14 años con el procesado Torres Baena, al poco tiempo de empezar a aprender kárate en su gimnasio, lo que le hizo sentirse orgullosa porque a partir de entonces la tuvieron más en cuenta.

La joven ha indicado que no llegó a estar más de un año en el gimnasio, pero que en ese periodo, además de tener dos relaciones con penetración vaginal con Torres Baena en su chalé de Vargas, la procesada María José González, junto a la testigo número 33, le enseñaron cómo masturbarse y emplear un consolador.

Esta joven ha indicado que el acusado y monitor Juan Luis Benítez le propinó en una ocasión un puñetazo en un costado que le dejó "casi sin respiración" por no querer ser su pareja para hacer un ejercicio.

La testigo identificada con el número 44 ha declarado que comenzó a entrenar en el gimnasio de Torres Baena a los 14 años, donde al poco tiempo inició una relación sentimental con el testigo número 37, que no fue permitida por el principal acusado, que le obligó a mantener relaciones sexuales con los testigos 40 y 33.

El juicio, considerado el mayor proceso que se juzga en España por pederastia, continuará mañana con la declaración de nuevos testigos.

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