El ladrón del Códice Calixtino ocultó a su mujer y a su hijo que él tenía el manuscrito

  • El juez del caso describe a Fernández Castiñeiras como un hombre "audaz".
  • Su familia sabía que robaba dinero de la Catedral de Santiago, pero no que hubiese sustraído el Códice Calixtino, de lo que se enteraron tras su detención.
  • Varios compradores buscaron al ladrón de la obra para adquirirla, pero Fernández Castiñeiras no intentó venderlo, sino que lo guardó en un garaje.
  • Localizan una maleta con 600.000 euros en la casa del acusado.
Imagen facilitada por 'El Correo Gallego' del momento en el que el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio comprueba el estado en el que se encuentra el Códice Calixtino.
Imagen facilitada por 'El Correo Gallego' del momento en el que el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio comprueba el estado en el que se encuentra el Códice Calixtino.
EFE
Imagen facilitada por 'El Correo Gallego' del momento en el que el arzobispo de Santiago de Compostela, Julián Barrio comprueba el estado en el que se encuentra el Códice Calixtino.

"Manuel Fernández Castiñeiras no es un simple raterillo de monedas, es un hombre audaz", según el juez instructor de la causa abierta por la sustracción del Códice Calixtino en 2011, José Antonio Vázquez Taín.

El autor confeso del robo de este manuscrito del siglo XII es "una persona muy astuta", señaló Vázquez Taín en una entrevista concedida este lunes a la agencia Efe, que además precisó que el electricista no confesó a su familia que había robado el valioso Códice Calixtino el 4 de julio de hace un año.

Vázquez Taín detalló que Fernández Castiñeiras no contó ni a su mujer, Remedios Nieto Mayo, ni a su hijo, Jesús Fernández Nieto, que él se había llevado este manuscrito. "Cuando hizo la confesión, (Remedios y Jesús) se llevaron una enorme sorpresa. Fue bastante desagradable para ellos, sabían que robaba el dinero, pero nunca pensaron que también había hecho lo mismo con este libro", precisó el juez.

Vázquez Taín decretó prisión provisional para los tres por el temor a que destruyesen pruebas —el hijo quedó en libertad este lunes—, pero él tiene prácticamente la certeza "absoluta" de que tanto Jesús como Remedios del Códice "no sabían nada".

Sobre el móvil del robo, el abanico de posibilidades es extenso, desde una venganza hasta razones económicas.

Una vez que se conoció la desaparición de esta joya literaria, hubo intentos de compra, todos ellos infructuosos, porque no había destinatario al que dirigirse. "Este hombre no se movió para nada en este sentido", desveló Vázquez Taín.

Se le han intervenido 1,8 millones

Pero, pese a los escasos movimientos del responsable del robo, los investigadores se han afanado en encontrar la obra. El último episodio conocido hasta la fecha se produjo este lunes, con el hallazgo, en un nuevo registro, de 600.000 euros en el interior de una maleta arrinconada en el patio del edificio de Milladoiro (A Coruña) en el que residían Fernández Castiñeiras y su mujer.

"Teníamos indicios, después de las inspecciones practicadas y del trabajo de investigación, de que había más dinero, y lo lógico era seguir buscando. Lo encontramos, y se está contando en una entidad bancaria", detalló el magistrado gallego.

A partir de ahora se produce un punto y seguido en el esclarecimiento del saqueo más sonado de la historia de Galicia, porque no se puede afirmar "que todo el dinero sea procedente de robo", indicó Vázquez Taín. Queda comprobar si Fernández Castiñeiras manejaba cuentas bancarias, si guardaba "todo el dinero en casa", y si parte del botín intervenido —unos 1,8 millones de euros—procede de su trabajo.

Fue cuidadoso

Vecinos de Noalla (Sanxenxo, Pontevedra), parroquia donde el acusado posee un ático en el que solía pasar los fines de semana con su mujer, comentaron que últimamente estaba muy preocupado "porque tenía que reparar su coche", un automóvil viejo de color verde, "y le costaba 2.000 euros el arreglo". En la cafetería Gallaecia, de Milladoiro, afirmaron en cambio que "alguna vez gastó bromas, al aparecer con un billete de 500 euros y preguntar" si tenían cambio.

Aunque, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) reprochó a los investigadores que no se hubiese tenido en cuenta un informe de un agente que, a los tres días de la desaparición del valioso documento custodiado en la Catedral, apuntó a Fernández Castiñeiras como el supuesto autor. "Había cientos de sospechosos, y él no mostraba signos de ostentación. No es como los narcos de Arousa", manifestó Vázquez Taín. "Se apoderó del Códice Calixtino, lo guardó y no volvió a tocarlo", dijo el juez, al recordar el día en que apareció el libro, en un garaje envuelto meticulosamente en papel de periódico y bolsas, dentro de una caja de cartón.

Fue difícil descubrir que había sido el electricista, que tuvo mucho cuidado de no dar pasos en falso y ni siquiera se acercó al Códice por temor a poder ser descubierto. "Fue cuidadoso en eso", puntualizó el magistrado.

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