Un representante de la izquierda mexicana confirmó este jueves que están preparando pruebas para impugnar los últimos comicios presidenciales y solicitar su anulación, el próximo 12 de julio, ante el máximo tribunal electoral.

El anuncio fue hecho en declaraciones a los periodistas en la sede del Instituto Federal Electoral (IFE) por el representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante ese organismo, Camerino Márquez, poco antes de que se conozcan los resultados finales del escrutinio oficial.

"Hubo falta de equidad antes, durante y después del proceso electoral, sobre todo en lo que se refiere a la propaganda política encubierta en radio y televisión a favor del candidato Enrique Peña Nieto", afirmó Márquez.

Agregó que esa impugnación se presentará el 12 de julio ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), la máxima autoridad electoral de México en materia electoral,  con pruebas, incidentes y alegatos para demostrar que hubo desigualdad en la elección presidencial del 1 de julio.

El candidato presidencial de la izquierda en esos comicios, Andrés Manuel López Obrador, ya había anticipado que impugnarían las elecciones si se confirmaban en los datos finales los resultados preliminares dados a conocer el pasado lunes.

En ese escrutinio preliminar, exclusivamente con los datos aportados en las actas de votación, Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quedó en primer lugar, con el 38,14 % de los sufragios, seguido de López Obrador, con el 31,64 %.

López Obrador, acusó también al PRI y a Peña Nieto, de comprar "millones de votos" y aseguró que su equipo estaba recogiendo información y testimonios "para probar lo que significó el uso de miles de millones de pesos para comprar votos por medio de tarjetas" de consumo en una cadena de supermercados.

La denuncia ya había sido hecha en fechas previas por López Obrador y por representantes de su equipo, y este jueves insistió en ella el máximo líder de la izquierda en la rueda de prensa, aportando nuevos datos sobre el caso.

El Movimiento Progresista, integrado por los partidos de la Revolución Democrática (PRD) del Trabajo y el Movimiento Ciudadano (MC), ha señalado que los gobiernos de estados gobernados por el PRI repartieron "millones" de "monederos electrónicos" de la cadena de supermercados Soriana, como uno de los mecanismos para la compra de sufragios.

Los líderes de izquierda mostraron pegadas en las paredes de su casa de campaña, donde ofreció López Obrador su rueda de prensa, unas 3.500 tarjetas de la cadena Soriana entregadas por los votantes, para ser utilizadas como prueba de la compra del voto.

López Obrador dijo que se trata de una compra masiva de millones de sufragios, no solo en el estado central de México (feudo político del PRI y el que más electores tiene), sino en todos los estados donde gobierna el PRI, "en donde también se repartieron despensas, materiales de construcción, artículos o electrodomésticos".