El detenido por robar el Códice Calixtino tenía llaves de las salas de las reliquias de la catedral

Fotografía facilitada por la Policía Nacional en la que se muestra parte del material incautado en los registros domiciliarios en relación al caso del Códice Calixtino.
Fotografía facilitada por la Policía Nacional en la que se muestra parte del material incautado en los registros domiciliarios en relación al caso del Códice Calixtino.
EFE
Fotografía facilitada por la Policía Nacional en la que se muestra parte del material incautado en los registros domiciliarios en relación al caso del Códice Calixtino.

Manuel Fernández Castiñeiras, el electricista detenido como presunto autor material del robo del Códice Calixtino, tenía llaves de las estancias de la Catedral donde se custodian las reliquias y solía llevar bombones a la basílica compostelana, han dicho fuentes próximas al caso.

Este exempleado, que prestó sus servicios como autónomo durante 25 años en el templo, "andaba por aquí como por su casa, merodeaba por todos lados, con los que tenía confianza", han indicado, pero "de que había hecho copias de las llaves nos enteramos muy tarde", han precisado.

Fernández Castiñeiras "se llevó piezas" de la seo incluso después de la sustracción del valioso manuscrito, y llegó a amenazar al deán, José María Díaz, con el que mantenía discrepancias, de que "iba a arruinarle la vida". "Fue cogiendo poquito a poco", han contado las mismas fuentes, que han desvelado que "un exceso de confianza" no es el que ha provocado la desaparición de esta pieza de valor incalculable.

El documento se custodiaba en un "búnker dentro de una habitación pequeña, cerrada, toda de piedra", han precisado.

Un investigador extranjero estaba recabando en 2011 más datos para su estudio sobre la primera guía de peregrinos, y tenía una consulta, sobre una abreviatura "dudosa". Normalmente, a los estudiosos se les entrega un "cedé", pero en casos como éste, se les permite acceder al libro. Por ello, y ante la cuestión planteada, un especialista en la Edad Media del templo gallego, el mismo que este jueves acudió a la Comisaría de Policía para reconocer más piezas supuestamente robadas por Fernández Castiñeiras, fue a recoger el Códice.

Después, el entonces archivero, el deán José María Díaz, le indicó a este empleado de la Catedral que "dejase las llaves" de la cámara acorazada "allí" apoyadas, y que solo cerrase el recinto. "No era posible que allí entrase nadie, porque solo tres personas tenían acceso, lo que no se sabía era que el supuesto responsable del robo había hecho copias de las llaves de este habitáculo, de este habitáculo, no del búnker en el que estaba el Códice", puntualizaron.

El Códice estaba protegido por tres llaves y una clave de seguridad. "Aquí otra cosa no, pero cerrar, a cal y canto", han señalado fuentes del cabildo catedralicio, las mismas que han asegurado que "en valor material, hay muchas piezas más valiosas que el Códice Calixtino, que es el símbolo".

En la Catedral de Santiago de Compostela hay más de 11.000 documentos de fechas comprendidas entre el siglo IX y el XII. "No creemos que el robo haya sido premeditado, sino que al haber hecho copias de llaves, algo que desconocíamos, habrá visto ese día la oportunidad. Hemos descubierto que se iba llevando cosas poquito a poco, también después, pero claro que nosotros habíamos notado la falta y lo habíamos denunciado", han asegurado. "Lo que ocurre es que hay regalos y ofrendas, y algunas cosas son museables y otras no", han precisado.

Fuentes próximas al caso han confirmado que se investigan piezas llegadas a los anticuarios y orfebres de la capital gallega. El electricista dejó de realizar trabajos para la Catedral en 2005, aunque seguía acudiendo diariamente a misa de las 7.30 y visitaba a sus antiguos compañeros.

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