El 95,21% de los 25.305 estudiantes de segundo de Bachillerato que hicieron las pruebas de acceso a la universidad (PAU) ha aprobado, lo que supone un nuevo "máximo histórico". En total, 24.092 han superado los exámenes con una nota de 6,352, de las más altas de los últimos años, si bien 125 jóvenes han superado el 9, unos 40 menos que el año pasado.

El secretario general del Consejo Interuniversitario de Cataluña, Claudi Alsina, atribuyó "el éxito creciente" a dos factores. El primero es que los alumnos saben a qué tipo de examen se enfrentarán, algo que también se da en las pruebas de sexto de Primaria y que ha llevado al Departamento de Enseñanza a cambiar el sistema de evaluación.

El segundo es que cuantos más estudiantes suspenden segundo de Bachillerato, más elevado es el porcentaje de aprobados en las PAU. Precisamente, este jueves la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, anunció que trabajarán para reducir el abando escolar prematuro tras los estudios obligatorios del 26% actual al 15% en 2018, pero lejos del 10% fijado por la UE para 2020. Así lo admitió durante la Comisión de Enseñanza y Universidades en el Parlamento, en la que explicó que el 26% de los alumnos de Infantil y el 48% de los de Primaria recibieron apoyo personalizado porque, pese a las dificultades de aprendizaje, lograrán los conocimientos correspondientes a su etapa.

Las notas medias de todas las materias comunes superan el 5, algo que para Alsina "no era común" en las PAU. Las medias de catalán y castellano son de 5,99 y 6,43, respectivamente. La coordinadora de las pruebas, Pilar Gómez, no quiso valorar esta diferencia y se limitó a afirmar que "cada lengua tiene su peculiaridad y se refleja en la manera en cómo se aprende y cómo se hace el examen".

Anabel se prepara para disfrutar de un "verano con mayúsculas" después de años estudiando de lo lindo en una escuela de Ripoll (Girona). Aunque no esperaba sacar la nota más alta de Cataluña (9,7), siempre ha sido buena alumna aunque, a veces, no ha sido fácil. "Me costaban mucho las mates y me hacía más feliz sacar un 5 que un 9 en catalán", explica Anabel, quien "no acostumbraba a decir las notas que sacaba, porque es una cosa muy personal". No se deberá preocupar por los números cuando empiece Traducción e Interpretación de Inglés y Alemán en la UPF.