El hotel y las oficinas de la calle Hoyo de Esparteros de Málaga capital, diseñado por Rafael Moneo, "no va a cambiar sustancialmente el urbanismo malagueño, en absoluto", ha asegurado este jueves el propio arquitecto. Ha dicho que se trata de "una operación puntual", que, como ha precisado, se ubica en "un lugar sensible" de la ciudad.

Así se ha pronunciado el arquitecto y Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012 en el Foro Joly Andalucía, donde ha hablado del hotel que tiene previsto construir en la fachada oriental del río Guadalmedina, en el centro histórico de la capital malagueña, así como del posible embovedado de este río.

Moneo ha señalado que el hotel forma parte de las "operaciones puntuales que tienen flecos y cuya influencia va un poquito más allá de la función y el uso del edificio específico". En este caso, ha dicho, "la operación se hará sentir" por "lo que tiene de intento metodológico de hacer que un edificio sea consciente de la importancia que tiene el modo en el que se incrusta en la ciudad". A juicio del arquitecto, esta infraestructura "a lo mejor es útil para reflexiones no muy diversas en otros puntos en los que estén trabajando otros colegas".

Asimismo, ha defendido la idea de construir un hotel en lugar de torres de viviendas, dado que en ese caso la "voluntad de ir más allá de lo privado se perdería por completo".

Además, "si uno piensa que la cabecera del puente tiene que tener una presencia urbana adecuada a la importancia del lugar, dejarlo en una casa privada me parece que no resuelve el problema", ha manifestado el arquitecto, a lo que se suma que, desde el punto de vista económico, "en estos momentos vender pisos sería más difícil de vender que un hotel".

Por tanto, ha considerado que la construcción de un hotel en estos momentos "es recomendable", dado que, además, "coincide con las propuestas de lo que vaya a ser el rol de Málaga de atención prestada a la presencia de viajeros y turistas" en la ciudad, ha añadido.

Río guadalmedina

En cuanto al embovedamiento del tramo urbano del cauce del río Guadalmedina, Moneo ha dicho que en este momento los pasos inferiores son "muy dañinos", y ha planteado la posibilidad de "ganar algunos metros" a fin de "resolver el tráfico de esas calles con más seguridad y limpieza", una vez resuelto el problema del cauce y de la capacidad de agua que pueda llevar el río.

En este sentido, Moneo, que ha afirmado que "los ríos domesticables no son tan hermosos", sino que los ve "más acompañando las masas verdes"; ha incidido en que la actuación planteada por él no la ve "tan difícil" ni "tan costosa"; es más, ha añadido que "es necesaria".

Honorarios de los arquitectos

Por último, el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2012 también ha sido cuestionado por los honorarios que perciben actualmente los arquitectos y, más concretamente, sobre qué le parece que se pueda llegar a recibir 100 millones de euros por un único trabajo.

En este sentido, ha explicado que un trabajo profesional es "el resultado de mucha gente" y que detrás de un proyecto arquitectónico hay "muchas horas de trabajo". Esto, por tanto, tiene "indudablemente" una relación con los honorarios, ha afirmado Moneo, quien ha negado que los honorarios profesionales vayan "directamente" al responsable del estudio.

No obstante, ha apuntado que el arquitecto "debe ser un tanto responsable del proyecto sobre el que trabaja", de modo que "si en un proyecto hay una convicción exagerada o descabellada de un programa, a lo mejor está en su mano poder renunciar a ella y tratar de hacer coincidir el entendimiento ético de su profesión con los encargos que tiene".

Por último, Moneo, que ha comparado estos honorarios con los que cobran "los buenos abogados", ha concluido la respuesta diciendo que le parece "casi peor la propiedad que no discrimina que el arquitecto que abusa".