El arte, si es bueno, sigue siendo un buen refugio ante la crisis

  • El óleo de Miró, Estrella azul, se subasta por la cifra de 29,2 millones de euros.
  • La Mujer sentada, de Pablo Picasso, se vendió por 10,6 millones de euros.
  • Pescadores. Barcas varadas, del valenciano Joaquín Sorolla se cotizó en 1,15 millones de euros.
  • Cuando el arte no tiene precio.
Óleo Peinture (Etoile Bleue), Estrella azul en castellano, del pintor español Joan Miró, que se vendió en la casa de subastas de Sotheby's por 23,56 millones de libras (29,2 millones de euros, 37 millones de dólares), un precio récord para una obra del catalán.
Óleo Peinture (Etoile Bleue), Estrella azul en castellano, del pintor español Joan Miró, que se vendió en la casa de subastas de Sotheby's por 23,56 millones de libras (29,2 millones de euros, 37 millones de dólares), un precio récord para una obra del catalán.
EFE
Óleo Peinture (Etoile Bleue), Estrella azul en castellano, del pintor español Joan Miró, que se vendió en la casa de subastas de Sotheby's por 23,56 millones de libras (29,2 millones de euros, 37 millones de dólares), un precio récord para una obra del catalán.

El cuadro de Joan Miró Estrella azul acaba de ser subastado por la cifra récord de 29,2 millones de euros, una cantidad de dinero que resulta aún más llamativa en el actual panorama económico. Se une a la lista de obras de otros artistas españoles que han llegado a cantidades que corroboran que el arte, si es bueno, no entiende de crisis.

El de Miró no es un caso aparte; así lo prueba la subasta de arte impresionista y moderno celebrada el pasado miércoles en la casa Christie's de Londres, en la que el óleo Mujer sentada, de Pablo Picasso, se cotizó en 10,6 millones de euros (13,4 millones de dólares), muy por encima del precio estimado.

Estrella azul se subastó el pasado martes en la londinense Sotheby's, en una puja en la que se alcanzó un precio récord para una obra del pintor catalán.

El cuadro, descrito por el propio Miró como un punto de inflexión "clave" en su trayectoria artística, reúne símbolos y elementos surrealistas que el artista repetiría en sus obras posteriores y el característico color azul que influiría, además, en pintores como el letón Mark Rothko o el francés Yves Klein.

Pero estos no son los únicos ejemplos de arte como refugio seguro ante la crisis, como verifica la venta hace solo dos meses de El grito, del noruego Edvard Munch -uno de los iconos más reconocibles de la historia del arte- como la obra de arte contemporáneo más cara de una subasta, al alcanzar los 95 millones de euros (120 millones de dólares) durante una puja en Sotheby's de Nueva York.

Munch arrebató así el récord de una puja de arte contemporáneo logrado en 2010 por Desnudo, hojas verdes y busto, en la que Picasso plasmaba a su amante Marie-Thérèse Walter, y que fue vendido por 83 millones de euros (106,5 millones de dólares).

En la misma subasta de Estrella azul, el cuadro Hombre sentado, de Pablo Picasso, se vendió por 7,6 millones de euros (9,6 millones de dólares), lo que confirma que las obras del malagueño se sitúan, con mucho, entre las más valoradas de la pintura española.

Así, la representación de otra de las musas y amantes de Picasso, Dora Maar, en Mujer sentada en una butaca, alcanzó recientemente en Nueva York los 22,8 millones de euros (29,2 millones de dólares).

Pintores vivos

Pero esta prosperidad del arte español no solo apunta a los artistas ya desaparecidos, sino que también encuentra su reflejo entre los pintores vivos, como es el caso de Miquel Barceló y Antonio López, dos de los más cotizados artistas tanto dentro como fuera de España.

Hace solo un año, en junio de 2011, la obra sobre el mundo taurino del mallorquín Miquel Barceló Faena de muleta se vendía en la galería londinense Christie's por 4,42 millones de euros (5,6 millones de dólares).

Barceló arrebataba de esa forma el anterior récord en una puja de un artista vivo español, el manchego Antonio López, cuya obra Madrid desde Torres Blancas, pintada entre 1976 y 1982, se adjudicó en el 2007 por 1,74 millones de euros (2,2 millones de dólares) en la misma galería.

Entre los pintores nacionales más cotizados fuera de nuestras fronteras se sitúa Juan Gris (1887-1927), con la venta de obras como Violon et guitare, por 20,1 millones de euros (25,5 millones de dólares) en Nueva York hace un año y medio.

Pero indudablemente uno de los más conocidos es el "pintor de la luz", el valenciano Joaquín Sorolla, del que se acaban de subastar Pescadores. Barcas varadas y Pescador de quisquillas por 1,15 millones de euros (1,4 millones de dólares) y 595.306 euros (744.012 dólares), respectivamente.

Sendos coleccionistas privados, de EE UU el primero y asiático el segundo, fueron los compradores de ambas obras, pintadas en el periodo de madurez del autor, entre 1908 y 1910, cuando regresa a Valencia tras haber conocido el éxito internacional.

Otros lienzos del maestro valenciano, como El pescador también alcanzaron, con 3,9 millones de euros (4,9 millones de dólares), precios de venta por encima del máximo estimado, al igual que Niños en la playa, vendido por 2,3 millones de euros (3 millones de dólares).

No obstante, no todos los momentos son igual de buenos para el arte, como sucedió en junio de 2010 con la subasta de dos cuadros de Sorolla, El Bautismo y el paisaje Día de tempestad. Ambos se vendieron en Londres por el precio mínimo estimado por Sotheby's, 800.000 euros (1 millón de dólares) y 180.000 euros (227.807 dólares), respectivamente, en una puja dedicada a la pintura europea que resultó decepcionante para la colección española.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento