La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Castilla-La Mancha ha estimado que la cosecha de cereal de este año se reducirá en un 30 por ciento con respecto a campañas anteriores, con una previsión de 2,5 millones de toneladas tras varios días de cosecha, "menos de lo que se hubiera recolectado en una campaña normal".

Esta disminución en la recolección según UPA parece ser generalizada en todo el territorio castellano-manchego aunque "hay variaciones entre comarcas, algunas con una disminución de cosecha en torno a un 50 por ciento" mientras que en otras, esta disminución podría estar en torno a un 15-20, han informado en nota de prensa.

La razón de estos datos es por un lado "las numerosas plagas de conejo que han menoscabado la producción y principalmente la climatología", ya que según indica UPA "las heladas, las elevadas temperaturas durante la grana y sobre todo la falta de agua que ha sufrido el cultivo y que está haciendo padecer al campo castellano-manchego la mayor sequía de los últimos años han sido los causantes de estos malos datos".

Decepción con el gobierno

A este respecto, UPA-Castilla-La Mancha ha manifestado su decepción ante el posicionamiento del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente y de la Consejería de Agricultura del Gobierno regional por su "poco compromiso manifestado ante la grave sequía que asola la región y que parece que se acentuará este verano".

Para los agricultores, "la orden aprobada por el Ministerio en la que se detallaban las condiciones de acceso a subvenciones para facilitar el acceso a financiación para agricultores y ganaderos afectados por la sequía y la publicada por la Consejería de Agricultura han resultado insuficientes".

Según la organización agraria estas medidas son "prácticamente inútiles por insuficientes" porque "no hay apoyo ninguno ante esta situación extrema de sequía".