Empezó como una práctica más propia de asiáticos, pero la sombra del desempleo ha hecho que decenas de madrileños se hayan lanzado al oficio de lateros. Es decir, personas que venden latas de cerveza en la vía pública sin permiso para ganar un dinero extra.

Según empresarios del ocio nocturno, vecinos y policías, cada vez es más común ver a parados ofreciendo cervezas y refrescos en las puertas de las discotecas y en las zonas en las que se suele realizar botellón, pero también en manifestaciones, conciertos y festivales.

"A principios de año teníamos contabilizados unos 200 lateros solo en el centro de la ciudad. Antes eran asiáticos, pero ahora cerca del 20% pertenecen a otras nacionalidades, sobre todo españoles en paro. Al principio se les solía ver en sitios como concentraciones o fiestas populares, pero poco a poco van tomando también la noche", asegura Vicente Pizcueta, portavoz de Noche Madrid.

"También hemos registrado la presencia de latinoamericanos, pero no hay datos oficiales al respecto. Actúan de forma diferente a los asiáticos, que están más organizados e incluso cuentan con pisos-tapadera en los que guardan la mercancía. Su precio de venta es, sin embargo, idéntico: un euro por la lata de cerveza o el refresco", afirma a 20 minutos un agente de la Policía Local de Madrid

"Cada cual se gana la vida como puede, pero este tipo de prácticas lo único que consiguen es fomentar el botellón. La policía podría hacer más. Nosotros ya conocemos sus trucos. Para evitar ser sorprendidos, cuando ven a un agente guardan las latas en papeleras y alcantarillas", asegura Jordi Gordon, portavoz de los vecinos de Gran Vía.

La Ley Antitabaco, la llegada del buen tiempo y la celebración de eventos multitudinarios, como el Orgullo Gay, hará que las calles se llenen de más lateros españoles en verano: "Con el calor aparecen antes, nada más caer la tarde. Algunos incluso van con neveras portátiles y ofrecen combinados a cinco euros. Una competencia totalmente desleal", asegura Vicente Pizcueta.