Un hombre de 61 años ha muerto en Pozoblanco (Córdoba) como consecuencia de un golpe de calor, con lo que se elevan a dieciséis el número de fallecidos en España por esta causa durante el verano.

Según informó hoy el Servicio Andaluz de Salud (SAS), la encuesta epidemiológica realizada por la administración sanitaria, tal y como establecen los protocolos del Plan de Prevención de Altas Temperaturas, ha confirmado que la muerte del hombre se ha producido por un golpe de calor.

Al parecer, la víctima estuvo trabajando en el campo los días 28 y 29 de julio expuesto a altas temperaturas y, tras encontrarse mal, con fiebre alta y mal estado general, acudió el 1 de agosto al Hospital Comarcal Valle de los Pedroches, en Pozoblanco (Córdoba).

El hombre fue ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del citado hospital, donde falleció al día siguiente, según las mismas fuentes.

Grave síndrome

El SAS recuerda que el golpe de calor es un síndrome grave que se produce por un fracaso de la termorregulación por la exposición a unas altas temperaturas.

El organismo no es capaz de controlar la temperatura corporal de forma que sube la fiebre a más de 41 grados.

Los síntomas que hay que tener en cuenta son la temperatura del cuerpo, la alteración de la conciencia y la deshidratación.

La Consejería de Salud de la Junta insiste en la importancia de evitar la exposición a altas temperaturas, ya que pueden suponer una agresión importante para el organismo.

Recomendaciones

Como medida preventiva, la administración autonómica aconseja no hacer ejercicio en las horas centrales del día, permanecer en sitio fresco, a la sombra, y beber abundante agua.

Ante la aparición de un golpe de calor es preciso solicitar asistencia médica urgente y, mientras ésta llega, hay que colocar a la persona afectada en un entorno fresco y enfriarla con aire o agua fría, ya sea con una ducha, un baño o mojando sus ropas.

Los deportistas, trabajadores expuestos al calor, bebés, personas mayores, discapacitados o enfermos crónicos son especialmente sensibles a las altas temperaturas, subraya el SAS.