El Alto Comisionado de Apoyo a las Víctimas participa en un homenaje a Jáuregui, asesinado hace 6 años por ETA

Las claves:
  • La víctima era ex gobernador civil de Guipuzcoa.
  • Se ha leído un comunicado en el que se "exige" la paz.

El director general del Alto Comisionado de Apoyo a las Victimas del Terrorismo, José Manuel Rodríguez Uribes, ha participado en la ofrenda floral organizada por el PSE-EE en Tolosa en el sexto aniversario del asesinato del ex gobernador civil de Gipuzkoa, Juan Mari Jauregui.

Paz sin contrapartidas

Familiares y amigos del fallecido han hecho público un comunicado en el que "como testimonio de su razón ética", reivindicarán la "legitimidad e incluso obligación" del Gobierno de buscar la paz.

La memoria de las víctimas debe servir como pilar de la convivencia
No obstante, han matizado que
no debe haber "
contrapartidas políticas", y que la memoria de las víctimas debe servir como "pilar" de la convivencia.

Los actos, que se han desarrollado en el monolito en recuerdo a Jáuregui, situado en Burnikurutzeta, donde familiares y amigos llevarán a cabo una ofrenda floral.

... En el escenario del atentado

Posteriormente, la ofrenda se ha trasladado a las doce de la tarde a la escultura erigida en honor a Jáuregui en Legorreta.

Finalmente, el PSE-EE ha llevado a cabo un homenaje a la una del mediodía en el Restaurante-Frontón Beotibar de Tolosa, donde tuvo lugar el atentado mortal.

A los actos han asisitido el secretario general del PSE-EE Tolosa, Oscar Renedo, el alcalde de la localidad, Jokin Bildarraitz (PNV) y miembros de la Corporación, el senador por el PSE-EE de Gipuzkoa, Alberto Buen, afiliados y militantes socialistas.

Víctimas homenajeadas

Los allegados reivindican una paz sin contrapartidas políticas
Con ocasión del aniversario se hará público un
comunicado firmado por la viuda de Jáuregui y actual directora de la Oficina de Atención a las Víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, y más de 60 personas.

Los allegados reivindican "una paz sin contrapartidas políticas, una paz, en definitiva, en la que las víctimas del terrorismo como Juan Mari, sacrificadas en el altar de la sinrazón y del fanatismo, sean permanentemente homenajeadas por la ciudadanía vasca y cuya memoria constituya el pilar fundamental de la futura convivencia de nuestra sociedad, desde el respeto y la tolerancia".

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