El Gobierno ya avanzó recientemente que, siguiendo las recomendaciones internacionales, recurriría a empresas extranjeras para valorar la cartera inmobiliaria de la banca nacional. Quizá dentro de ese intento de disipar las dudas sobre el sector financiero se enmarcaría la decisión de Luis de Guindos, ministro de Economía, de encargar al norteamericano Goldman Sachs tasar el negocio de Bankia, según publica este viernes el diario Expansión.

Este banco de inversión sería el encargado, según esa información, de revelar el capital necesario para que la entidad salga adelante. El Ejecutivo de Rajoy piensa que esta labor debe estar realizado por empresas independientes después de que se haya constatado que tanto los propios bancos, como el Banco de España no han acertado en sus valoraciones de los últimos años.

Sin embargo, de confirmarse, la elección de Goldman Sachs despertará no pocas sospechas.

Este banco inversión norteamericano, uno de los mayores y más presitigiosos del mundo, ha estado en el epicentro de la crisis financiera internacional que sacude el planeta desde el año 2008.

En su historial, hay que recordar que fue una de los primeras entidades en irse a la bancarrota en otoño de 2008 y la Comisión del Mercado de Valores de EE UU acusó formalmente de fraude por las hipotecas subprime —que provocaron la crisis financiera—.

En Europa también ayudaron al Gobierno griego a ocultar sus cifras de déficit en sus cuentas públicas para que pudiese entrar en el euro. El actual presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, era presidente de la división europea del banco de inversión en aquellas fechas.