Cada criador tiene sus trucos. Enrique Ruiz, delegado de la asociación ornitológica, prefiere que los canarios aprendan unos de otros. «Aparto a los adultos para que los jóvenes saquen notas nuevas y no sólo se limiten a imitar», cuenta.

Las aves compiten por equipos (cuatro pájaros) o en categoría individual. Tienen 20 minutos para cantar ante el juez. «Pero hay veces que no cantan nada –se lamenta Enrique–, y todo el trabajo de un año se va a la basura». Para evitar errores, unas semanas antes del concurso los canarios son apartados y tapados para que en cuanto vean la luz comiencen a cantar como locos.

«Lo apasionante es que no existe la fórmula matemática de criar a un campeón y esto lo hace apasionante. Un hijo de campeones puede cantar fatal», explica el aficionado. Además, el canto de los canarios también sufre la tiranía de las modas y algunas notas se quedan obsoletas.

Entre los aficionados predominan los hombres de edad avanzada, y se busca promoción entre los jóvenes. Es un hobby solitario, pero muy barato y proporciona una estupenda banda sonora en el hogar.

Fichados

Los concursos de timbrado son anuales y se celebran en invierno.

En Zaragoza participan en cada edición unos 15 criadores con 120 pájaros.

Contacto: Asociación Ornitológica de Aragón. San Pablo, 3. Teléfono: 976 441 894.