Breivik pretendía matar a todo el Gobierno, incluido el primer ministro noruego

El ultraderechista Anders Behring Breivik, junto a uno de sus abogados, durante la cuarta jornada del jucio en Oslo
El ultraderechista Anders Behring Breivik, junto a uno de sus abogados, durante la cuarta jornada del jucio en Oslo
HEIKO JUNGE /EFE
El ultraderechista Anders Behring Breivik, junto a uno de sus abogados, durante la cuarta jornada del jucio en Oslo

El ultraderechista Anders Behring Breivik reveló durante el juicio por los atentados del 22 de julio en Noruega, en los que murieron 77 personas, que planeaba atacar más objetivos, eliminar al Gobierno al completo y asesinar a todos los jóvenes laboristas en el campamento de la isla de Utøya.

"El propósito del ataque en el complejo gubernamental era matar a todo el Gobierno noruego, incluido el primer ministro", declaró Breivik en el juicio de este jueves sobre el atentado con una furgoneta bomba, cargada con una tonelada de explosivos.

Al encender la radio de su coche minutos después del primer atentado, el extremista, de 33 años, averiguó que el complejo no se había derrumbado por la explosión y que por aquel momento sólo había un muerto (al final fueron 8), por lo que consideró la operación un "fracaso", explicó a los fiscales.

Fue entonces cuando decidió que era necesario completar el operativo, que incluía su traslado a la isla de Utøya, donde durante 77 minutos cometió una matanza en la que murieron 69 personas.  Su intención, en realidad, era acabar con todos los asistentes al campamento, más de medio millar, señaló.

"El objetivo era usar el rifle como detonador y el agua como arma de destrucción masiva. El objetivo era matar a todos", explicó Breivik, según recogen los medios noruegos. El asesino confeso agregó que esperaba que la mayoría murieran ahogados, ya que "es difícil nadar cuando se tiene miedo a morir", pero que al no resultar ese plan, decidió ejecutar a tiros al mayor número posible de personas.

El ultraderechista dijo que sabía que Utøya sería un "objetivo problemático" por la presencia de menores, pero pensaba que serían la cuarta parte de los presentes, no casi la mitad.  Aunque fue un error "no deseable", agregó, no lamenta lo ocurrido y aseguró, como hace dos días, que lo volvería a hacer.

Su plan inicial era colocar tres coches bomba

Breivik planeaba ejecutar en la isla a la ex primera ministra laborista Gro Harlem Brundtland: su intención era degollarla mientras leía un texto y todo era grabado, para luego colgar el vídeo en Internet. Pero el plan no prosperó porque no pudo comprarse un iPhone por "limitaciones humanas" y porque llegó más tarde de lo planeado.

El autor de los hechos confirmó que su plan inicial era colocar tres coches bomba: dos con una tonelada de explosivos cada uno en el complejo gubernamental y la sede del Partido Laborista, y el otro en el Ayuntamiento, el Parlamento o el Palacio Real, mientras que Utøya era sólo una alternativa.

El extremista se ha presentado en el juicio de este jueves más calmado y sólo se mostró irritado en contadas ocasiones, cuando quedaron expuestas sus contradicciones y, sobre todo, cuando el fiscal mencionó aspectos del primer informe psiquiátrico que se le hizo y que lo declaraba loco.

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