Acudir a urgencias a Basurto dejará de ser así una interminable espera para los pacientes; se acabará con el batiburrillo de enfermos en los pasillos y  la incomodidad para los familiares que se hacinan en la sala de espera.

En el proyecto se reorganizará todo el servicio y se crearán el doble de consultas de las actuales. Ahora hay cuatro salas donde se atiende a los pacientes menos graves, que no necesitan hospitalización, y  dos salas de traumatología y escayolas.

Además, se levantará una planta más en una de las alas del edificio, donde se instalarán una veintena de camas para los pacientes que necesiten hospitalización de menos de 24 horas. «Ahora mismo no damos abasto para atender a todos los pacientes», explica Darpón.

La parte más llamativa de la reforma será el pequeño pabellón que se construirá en los jardines ubicados en frente de la entrada. Este edificio será la nueva sala de espera para los acompañantes, que ahora comparten espacio con los pacientes en un hall para 70 personas.

La sala nueva, que contará con cafetería y una zona de máquinas de comida y bebida, tendrá capacidad para unas 120 personas. Los enfermos, al contrario que ahora, pasarán directamente a una sala interior de capacidad para 150 personas. Ahí podrán estar acompañados por un familiar.

En total, las salas de espera tendrán capacidad para casi 300 personas. La reorganización de los mostradores de clasificación de enfermos y de pediatría también agilizará el servicio.

400 enfermos y 600 familiares al día

Desde que se inauguró el pabellón de urgencias del hospital de Basurto en 1991, los pacientes anuales atendidos han aumentado un 64%. En 2005 pasaron 141.567 enfermos, casi 400 al día. El hospital calcula, sin embargo, que los acompañantes son muchos más que los pacientes, unos 600 al día. Por ello, será prioritario aumentar las salas de espera para familiares, ya que el hospital acoge a un millar de personas al día.