A pesar de que este año se ha reforzado la plantilla de talleres (hay cuatro mecánicos más), el elevado número de averías que provocan las altas temperaturas ha desbordado el servicio. Sería necesario aumentar la plantilla un 25% para combatir las incidencias, según explican los propios trabajadores. También garantizaría un mejor mantenimiento previo de los coches, lo que a la postre evitaría buena parte de las averías.
Los principales afectados por las continuas averías son los usuarios, que se ven obligados a cambiar de vehículo cuando se produce una rotura (con las esperas que esto conlleva). «Las reparaciones más costosas, como las del motor o la caja de cambios, alargan la estancia del autobús en el taller varios días», indican los trabajadores.
El efecto de los atascos en el motor
Los atascos (causados habitualmente por las obras) hacen que los autobuses reduzcan su marcha y no permiten que el motor y los sistemas de refrigeración se enfríen de forma adecuada, según indican trabajadores de Tuzsa. Andar pocos metros, frenar y volver a acelerar durante varias horas provoca que el motor se caliente más de la cuenta, lo que al final deriva en averías. Los fallos en los frenos recalentados son otra de las averías estivales que dejan los vehículos en los talleres, según explicaban las mismas fuentes.
319 vehículos componen la flota actual de autobuses urbanos
de Zaragoza.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios