Tenía sólo tres años y a veces no quería la comida que le daban en el centro de educación Intantil Espíritu Santo, en Jerez de los Caballeros (Badajoz).

Esta era la razón por la que Josefa Rodríguez Cordobés le apretaba la nariz, le tiraba del pelo y le cerraba la boca con la comida dentro, para obligarle a que se acabara su plato, informa El Periódico de Extremadura.

No contenta con eso, también le pegaba, le encerraba en una habitación si se negaba a comer e incluso llegó a atarla a una silla con su baby hasta que se terminara la comida.

Ahora, el juzgado de lo Penal número 1 de Badajoz le ha condenado a dos años y seis meses de prisión por causar lesiones psíquicas a la niña, además de quedar inhabilitada para cualquier empleo relacionado con la educación en ese mismo periodo de tiempo.

Secuelas psicológicas

Los psicólogos que examinaron a la niña agredida le diagnosticaron trastorno adaptativo con síntomas de miedo; ansiedad, pánico a la acusada, deficiencias en el lenguaje; obsesión compulsiva por la limpieza y pesadillas.

Estas secuelas son consecuencia de los malos tratos recibidos entre octubre del 2003 y enero del 2004, y por los que la madre de la pequeña, Antonia Gómez Galván, cobrará una indemnización de 10.500 euros de la acusada.