Los radares han vuelto a saltar a la palestra, y han generado multitud de quejas entre conductores que creen que su objetivo está más relacionado con la recaudación que con la seguridad. Tres –entre Gavà y Castelldefels y en Gurb y Artés– son los que han levantado ahora la polvareda.

El primero llevaba tres años inhabilitado en la carretera C-245, en una recta que une Gavà y Castelldefels. Ha empezado a hacer fotos de improvisto a los coches que superaban el límite de 50 km/h. El hecho ha levantado ampollas entre los vecinos. También entre los ayuntamientos, que han presentado sendas quejas al Departament d’Interior de la Generalitat. Y es que la máquina dejó de funcionar cuando se determinó que su gestión correspondía a la Policía Municipal de Gavà. Pero a ellos nadie les ha avisado de su nueva puesta en marcha.

A la altura de Gurb y en Artés ha ocurrido un hecho similar. Los radares están situados en tramos del Eix Transversal en los que, por obras, se ha de reducir de los 100 a los 80 km/h y 40 km/h, respectivamente. En las últimas semanas, centenares de sus usuarios han sido multados y han presentado alegaciones. Mientras tanto, para reducir los accidentes mortales en las carreteras (en lo que va de año se han registrado 40 muertes, 9 más que en 2011), Trànsit anunció este martes un incremento de patrullas en las carreteras los viernes y los domingos. El director de Trànsit, Joan Aregio, no atribuyó el aumento de siniestros a ninguna causa concreta, pero admitió más tensión entre los conductores por la crisis.