La policía investiga a un sospechoso de provocar el incendio en la cárcel hondureña

Empleados del servicio forense tasladan los cádaveres ocasionados por un incendio en la Granja Penal de Comayagua.
Empleados del servicio forense tasladan los cádaveres ocasionados por un incendio en la Granja Penal de Comayagua.
Gustavo Amador / EFE
Empleados del servicio forense tasladan los cádaveres ocasionados por un incendio en la Granja Penal de Comayagua.

La Policía de Honduras investiga a un hombre que pudo haber provocado el incendio que se ha producido este miércoles en la Granja Penal de Comayagua, en el centro del país, donde murieron quemados más de 350 reos, según informa una fuente oficial.

El portavoz de la Secretaría de Seguridad, Héctor Iván Mejía, dijo a los periodistas que se tiene información de una persona sospechosa, que no fue identificada porque podría peligrar su vida.

El escueto informe de Mejía coincide con otro del hasta hoy director nacional de Servicios Especiales Preventivos, Danilo Orellana, quien indicó que el presunto autor material del incendio pudo ser un recluso que le prendió fuego a su colchón, aunque no preciso más detalles.

Orellana fue suspendido este miércoles de su cargo por el presidente hondureño, Porfirio Lobo, lo mismo que el director de la Granja Penal de Comayagua, debido a la peor tragedia registrada en el sistema penitenciario de este país centroamericano.

Mejía y un oficial del Cuerpo de Bomberos también dijeron que en principio se creía que el incendio pudo haber sido producto de un cortocircuito, aunque añadió que serán los bomberos los que informarán de las causas al concluir su investigación.

El incendio, que se registró hacia la medianoche del martes, ha conmocionado a los hondureños, que además sufren de una violencia criminal que a diario deja un promedio de 20 muertes.

Los primeros cuerpos quemados en la prisión comenzaron a ser transportados en contenedores a Tegucigalpa, donde serán sometidos a una autopsia por personal de Medicina Forense del Ministerio Público.

Supervivientes afirman que no les ayudaron

Según relatos de algunos reos supervivientes, varios de los presos que murieron quemados quedaron aferrados a los barrotes, en su desesperado intento por escapar del fuego, mientras que otros estaban apilados en los baños y otros espacios de las celdas.

Tras desatarse el incendio, cerca de la medianoche del martes, los reos pidieron ayuda para salir de sus celdas y salvarse, pero no la recibieron, según los tres supervivientes que hablaron en el lugar de la tragedia.

Los supervivientes aseguraron que se salvaron porque rompieron el techo de sus celdas al ver que ninguna autoridad del recinto les ayudaba.

"A pura gracia de Dios nos pudimos salvar, queremos dar a conocer que lo que sucedió fue por puro descuido", dijo uno de los sobrevivientes quien, al igual que otros dos compañeros, no quiso identificarse para evitar represalias de las autoridades.

"Nadie abrió los portones, nos cansamos de gritar; tuvimos que saltar nosotros cuando ya (el centro penal) agarró fuego en forma; tuvimos que saltar por el (techo de) zinc para afuera", relató otro de los reos.

"No sabemos cómo fue, (no) nos dimos cuenta hasta que vimos humo (...) el fuego fue tan tremendo que no podíamos salir de la bartolina (calabozo)", dijo a los periodistas, por su parte, otro sobreviviente que se identificó como Heber López Hernández.

Disparos de la policía

"La Policía como pudo nos ayudó, no hubo disparos, como dicen (...); como pudimos, rompimos el techo para poder salir", refirió López Hernández contradiciendo otras versiones de sobrevivientes.

"Tuvimos que romper el zinc y podernos salir", coincidió un tercer recluso, quien señaló que el funcionario responsable de abrir las celdas "tiró las llaves" y abandonó el lugar.

"El enfermero, que tiene compañerismo, fue el que abrió; aun cuando lo estaban quemando las llamas logró abrir las bartolinas", y gracias a esa acción "hay cierto personal que está vivo", agregó.

Una vez fuera de las celdas "nos saltamos el muro (externo de la cárcel) porque ya no se aguantaba" el incendio, añadió.

Pero en ese momento los guardias "nos empiezan a disparar de afuera" para evitar una fuga; "algunos sí se querían ir, otros no, pero no todos", relató.

Uno de los reos  aseguró que entre las víctimas "murió una persona que ayer se tenía que haber ido libre", pero que seguía recluido "un día más por capricho de la jueza" responsable de su caso, ya que "no hicieron la nota" para que abandonara el centro penal.

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