El número de víctimas mortales en el naufragio del crucero Costa Concordia, el pasado 13 de enero, frente a la isla italiana de Giglio, aumentó este sábado a 17, después de que los equipos de búsqueda de desaparecidos hallaran el cadáver de una mujer. Se trata de la ciudadana peruana Erika Soria Molina, de 25 años, quien trabajaba como camarera en la embarcación, confirmaron fuentes diplomáticas de Perú en Roma.

Los buzos continuaron este sábado sus tareas a pesar de que el mar está bastante agitado y el cadáver fue localizado en la parte sumergida del puente número 6 del barco y no llevaba el chaleco salvavidas, según comunicó el portavoz del cuerpo de Bomberos, Luca Cari.

Según los datos de Protección Civil italiana, quedan aún por encontrar a 16 personas, y hay dos cadáveres todavía sin identificar.

Entre los 17 fallecidos figuran el turista español Guillermo Gual y el peruano miembro de la tripulación Thomas Alberto Costilla Mendoza, mientras que entre los desaparecidos está una mujer peruana Erika Soria, que trabajaba de camarera en el Costa Concordia.

La extracción del carburante del crucero Costa Concordia, que naufragó frente a la isla italiana del Giglio el 13 de enero, no podrá comenzar hasta mediados de la próxima semana debido a las malas condiciones meteorológicas que están impidiendo proceder con las tareas de perforación de los tanques.

El portavoz italiano de la compañía holandesa Smit, que se ocupará de la extracción, Massimiliano Igueira, explicó en una rueda de prensa en la isla del Giglio que "las operaciones de extracción del carburante no se retomarán antes de mediados de la próxima semana" a causa del mal tiempo.

La compañía había previsto para el domingo la extracción de las cerca 2.300 toneladas de carburante almacenadas en las bodegas del Costa Concordia, y que amenazan las costas y las aguas de uno de los parques marinos más importantes del país. "El mal tiempo y el aumento del viento han tensado excesivamente uno de los dos cables de amarre (de la plataforma) y por ello hemos decidido regresar al puerto", explicó Igueira.

El representante de la compañía holandesa expresó que no existe pérdida alguna de carburante, pues han comprobado que los tanques que lo almacenan están intactas. En los últimos días, los técnicos de la compañía holandesa han perforado cuatro de los seis tanques en los que está almacenado el combustible.

Ahora se tendrán que perforar los dos que quedan para comenzar las tareas de extracción, que consisten en calentar los tanques para licuar el carburante, que después será trasladado a unas cisternas externas, mientras se bombea agua de mar a las bodegas que van quedando vacías para evitar que la nave pueda desequilibrarse.

Las labores de extracción del carburante durarán unos 30 días, según la Protección Civil italiana.