Los lectores exigen más multas para quienes no retiren la caca del perro

La presencia de cacas de perro en las calles molesta a los madrileños. Pero su sentimiento de fastidio se ha convertido en indignación tras saber que el Ayuntamiento de Madrid solo ha puesto ocho multas en cinco años por no recoger las cacas del perro. Después de la publicación, 20 minutos ha recibido decenas de cartas y comentarios en la web exigiendo al concejal de Medio Ambiente que castigue a los dueños de mascotas incívicos. "Al ver las pocas multas que se ponen entiendo por qué las calles están tan sucias", sostiene la lectora Sophie.

Los vecinos más molestos con la escasez de denuncias son, precisamente, los dueños de animales. "Me da mucha rabia porque pagamos justos por pecadores. Al final se nos conceptúa a todos los propietarios de perros por igual", dice Isabel Cordero, vecina de Ciudad Lineal, donde hay "calles que son un verdadero asco". Mientras, a Cristina de Castro (residente de Moncloa) le parece "injusto que no sancionen; se genera una situación insalubre y vergonzosa".

Además, consideran que la inacción policial provoca tensiones entre los vecinos: "Al final somos los vecinos los que llamamos la atención a los dueños y, a parte de que no sirve de nada, nos pone en situaciones incómodas", apunta Cristina Uriarte, que vive en la calle Escorial (Centro).

La mayoría de las quejas vecinales procede de los barrios de Lavapiés y San Bernardo (Centro) y del distrito de Arganzuela. "Muchas calles son intransitables a no ser que no despeguemos los ojos del suelo, como Marqués de Santa Ana", dice Sonia Sauquillo. "Mi barrio es un cagadero permanente", concluye Sergio Fernández, de Lavapiés.

Los madrileños creen que la existencia de cacas en las aceras es responsabilidad de los dueños, pero también del Ayuntamiento. "Las nuevas papeleras tienen un depósito de bolsas para cacas, pero es dificilísimo encontrarlo lleno", se queja Julio, de Pte. de Vallecas. El Ayuntamiento dice que en 2011 distribuyó un 43% más de bolsas.