Miles de simpatizantes de la oposición piden en la calle la dimisión del Gobierno rumano

  • El recorte del 25% de los sueldos públicos o la subida del IVA del 19 al 24% han provocado un profundo malestar general de la ciudadanía.
  • Desde que en 2009 el FMI le prestó 20.000 millones, el Gobierno rumano ha llevado a cabo una de las políticas de austeridad más drásticas del continente.
  • Es la primera iniciativa de los partidos rumanos dentro de una ola de protestas inédita en el país que se ha caracterizado hasta ahora por su espontaneidad.
Opositores rumanos piden la dimisión del Gobierno durante una protesta en Bucarest, Rumanía. El Gobierno rumano se ha reunido con los partidos de la oposición para buscar una solución que calme las protestas callejeras contra las severas medidas de austeridad.
Opositores rumanos piden la dimisión del Gobierno durante una protesta en Bucarest, Rumanía. El Gobierno rumano se ha reunido con los partidos de la oposición para buscar una solución que calme las protestas callejeras contra las severas medidas de austeridad.
Robert Ghement / EFE
Opositores rumanos piden la dimisión del Gobierno durante una protesta en Bucarest, Rumanía. El Gobierno rumano se ha reunido con los partidos de la oposición para buscar una solución que calme las protestas callejeras contra las severas medidas de austeridad.

Más de 7.000 afiliados y simpatizantes de los partidos de la oposición se han manifestado este jueves en las calles de Bucarest para exigir la dimisión del Gobierno de Rumania por su mala gestión de la crisis, según cifras de la prensa local.

Paralelamente, y por séptimo día consecutivo, cientos de personas se concentraron en Bucarest y otras ciudades del país para protestar por las duras políticas de austeridad del Ejecutivo de centroderecha y la consiguiente caída del nivel de vida.

La concentración había sido convocada por la coalición opositora Unión Social-Liberal (USL) y es la primera iniciativa de los partidos políticos rumanos dentro de una ola de protestas inédita en el país que se ha caracterizado hasta ahora por su espontaneidad.

Según la televisión local, cientos de manifestantes han cortado el tráfico espontáneamente en la plaza de la Victoria, adyacente a la zona habilitada para la protesta y donde se encuentra la sede del Gobierno del presidente rumano, Traian Basescu. El primer ministro, Emil Boc, se encontraba en estos momentos en el edificio, de acuerdo con las mismas fuentes.

"No sé a quién votaréis, pero estamos a vuestro lado y os damos la bienvenida", dijo desde la manifestación uno de los líderes de la USL, el liberal Crin Antonescu. "Hay una cosa que nos une a todos, queremos la caída de Basescu", dijo en el mismo escenario su socio y líder socialdemócrata Victor Ponta.

Boc rechazó dimitir

La manifestación fue convocada el miércoles por la USL, después de que el primer ministro Boc rechazara dimitir, tal y como le pedían los líderes de la oposición en una reunión para tratar las posibles respuestas a la crisis.

Buena parte de los afiliados y simpatizantes de los partidos de oposición han llegado a Bucarest con autocares fletados por las organizaciones locales de la coalición opositora. Desde que llegara en 2009 a un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional por valor de 20.000 millones de euros, el Gobierno rumano ha llevado a cabo una de las políticas de austeridad más drásticas del continente para cumplir sus compromisos con la institución.

Medidas como el recorte del 25% de los sueldos públicos, el recorte de las ayudas sociales o la subida del IVA del 19 al 24% han provocado un profundo malestar general de la ciudadanía y de los agentes sociales.

Más de 50 detenidos

Un total de 55 manifestantes fueron detenidos por la Gendarmería, según cifras ofrecidas por el canal de noticias Realitatea.

Como ya ocurrió el fin de semana, las protestas degeneraron en violencia cuando un grupo de manifestantes, entre los que se encontraban numerosos miembros de los grupos ultras de los equipos de fútbol de Bucarest, atacaron a las fuerzas del orden que delimitaban la concentración con piedras, botellas y latas de cerveza.

Los gendarmes cargaron en ese momento contra los manifestantes, dispersándolos por las calles adyacentes y arrestando a decenas de violentos. Despejada la calzada, los gendarmes montaron guardia junto a las salidas de la plaza, para evitar que la violencia se extendiera a la vecina plaza de la Unión como ya ocurrió el fin de semana.

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