El próximo lunes, día 16 de enero, comenzarán las obras para mejorar la seguridad vial separando los sentidos de circulación en el Corredor de O Morrazo, una actuación que, según ha destacado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, mejorará la seguridad vial y reducirá "al máximo" la posibilidad de choques frontales por invasión del carril contrario en esta vía.

Así lo ha aprobado este jueves el Gobierno gallego en su reunión semanal, en la que la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas ha informado del gasto para la ejecución de esta actuación de emergencia, que consistirá en la implantación de medidas físicas y visuales para separar los dos sentidos de circulación del Corredor de O Morrazo.

A este respecto, Núñez Feijóo ha asegurado que, con esta actuación, su Ejecutivo pretende mejorar la seguridad vial a la espera del "desbloqueo" del desdoblamiento del Corredor, que "sigue siendo el objetivo", pero que se vio frustrado, ha añadido, a consecuencia de que "la única oferta presentada incumplía las condiciones del pliego de contratación".

Mejorar la seguridad

Según ha indicado la Administración gallega, el principal objetivo de esta actuación es mejorar la seguridad vial y disminuir al máximo la posibilidad de choques frontales por invasión del carril contrario.

De esta manera, a lo largo de casi tres kilómetros se instalarán barreras de hormigón —tramos de carril lento y tramos próximos a enlaces— y balizas cilíndricas cada 50 metros en el resto del eje donde no es posible instalar barreras de hormigón.

Durante las obras, la Xunta ha indicado que el tráfico se regulará cortando el carril adicional de adelantamiento en el primer tramo de tres carriles, mientras que en los enlaces se desviará en los ramales.

Además, la Administración gallega ha detallado que estas actuaciones, que concluirán antes de finales de febrero, cuentan con una inversión total de 200.000 euros. "UNOS 16.500

Vehículos al día"

La Administración autonómica ha recordado que el corredor de O Morrazo es una vía de alta capacidad con una longitud de casi 15 kilómetros que soporta un tráfico muy elevado, de más de 16.500 vehículos al día, con velocidad limitada a 100 kilómetros por hora.

Con el fin de reducir la siniestralidad, en a principios de 2010 se establecieron medidas como la colocación de carteles de advertencia y recomendación de circular a 90 kilómetros por hora. Además de otras medidas adicionales como la sustitución de la simple línea continua existente por una doble línea.

Según mantiene la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, estas medidas "redujeron la posibilidad de accidentes mortales" algo que ahora, con las nuevas obras que comenzarán el próximo lunes día 16, "se intenta mejorar reduciendo al máximo posible la probabilidad de choques frontales".