Tras cuatro meses con la educación pública en pie de guerra y con nueve huelgas sobre sus espaldas, el Gobierno de Esperanza Aguirre ha decidido aflojar su pulso con los sindicatos de la enseñanza madrileña y abrir la puerta a una negociación que suavice los recortes realizados al principio de curso y garantice la calidad de la formación que reciben los alumnos de la región.

Este jueves, por primera vez desde septiembre del año pasado, los representantes de la Consejería de Educación y de los sindicatos que representan a los profesores de la 'marea verde' se sentaron en una misma mesa. No hubo negociación, sino una toma de contacto para tantear al 'oponente', pero sí se fijó una fecha para empezar a hablar: el próximo 26 de enero.

Tres horas duró el encuentro entre la viceconsejera de Organización Educativa, Carmen Pérez Llorca, y los representantes de CC OO, UGT, ANPE y CSIF en la sede de la Dirección General de Recursos Humanos. A la salida satisfacción del lado de la Administración y una muy moderada expectación por parte de los representantes de los trabajadores.

Porque la Comunidad de Madrid, como explicó a 20minutos.es Eduardo Sabina, responsable de la Federación de Enseñanza de UGT, no ha prometido nada. "No se abren (la Comunidad) a una negociación clara, pero sí admiten hablar sobre la organización de los centros. Es un primer paso, así que nos movilizaremos el día 7 con el resto de los funcionarios aunque no convoquemos nada específico para la comunidad educativa".

¿Qué ha propuesto entonces el departamento de Lucía Figar para acabar con el conflicto?

En primer lugar, según explicaron las partes, no existe posibilidad de que el Gobierno de Aguirre retire las instrucciones de inicio de curso. El incremento de 18 a 20 horas lectivas para los profesores (dentro de las 37,5 que trabajan semanalmente) es irrenunciable.

Para los sindicatos, en realidad, las horas lectivas ni si quiera son el problema. "Lo que queremos es que, sí los profesores tienen que pasar dos horas más en el aula dejando de atender otras cuestiones, se garantice que se van a cubrir las bibliotecas, los desdobles, las horas de atención a los padres, el tiempo que se dedica a preparar un laboratorio, las reuniones del claustro etc.", explica Eduardo Sabina. Este curso, muchos centros han tenido que eliminar o reducir estos servicios por la falta de personal.

¿Y cómo se hace eso? Pues, en última instancia, estableciendo por escrito qué tareas tienen que hacer los profesores mientras estén en el centro y, a la postre, contratando más interinos siempre que sea necesario para cubrir el resto de necesidades y no dejar desatendidos a los alumnos.

La Comunidad ha admitido convocar la mesa sectorial "con mayor frecuencia" y hablar de la organización de los centros. Sin embargo, los sindicatos no tienen tan claro que las conversaciones vayan a acabar en éxito. La viceconsejera de Organización Educativa ya advirtió este miércoles que las administraciones públicas están pasando "tiempos muy difíciles" por la falta de recursos económicos.