En Albacete era un respetado empresario del sector de la cerrajería y la seguridad del hogar. En Madrid, en cambio, la Policía Nacional le seguía la pista como presunto autor de delitos como el secuestro de una mujer en el aeropuerto de Barajas, la violación de otra mujer en el distrito de Chamartín o varios robos con fuerza.

S.S.L., de 36 años y nacionalidad española, fue detenido hace doce días después de una intensa búsqueda llevada a cabo por el Grupo XXII de la Brigada Provincial de Policía Judicial, perteneciente a la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la Comisaría Provincial de Albacete.

El arrestado, que residía en un municipio de Albacete, llevaba una "doble vida" desconocida para su mujer y sus hijos.

Según la Policía, su historial delictivo habría arrancado en 2010, cuando comenzó a aprovechar sus viajes de negocios para cometer robos en domicilios de Albacete y Cuenca. En estos asaltos, su objetivo eran las joyas y el dinero en metálico, aunque también se quedaba, a modo fetichista, con objetos de las víctimas a modo de "trofeo".

Sin embargo, el nivel de sus actividades delictivas fue aumentando con el tiempo.

Según los investigadores, el pasado mes de octubre cometió su primera detención ilegal, la de una mujer a la que encañonó en el distrito madrileño de Chamartín y a la que mantuvo secuestrada durante al menos 12 horas. Tras amenazarla para obtener los números de sus tarjetas de crédito, la agredió sexualmente antes de dejarla libre.

Pocos días después, el 10 de noviembre, cubierto con un pasamontañas, abordó a otra chica en el aeropuerto de Barajas, a la que también obligó a meterse en el maletero del coche a punta de pistola.

La mujer logró ser rescatada en Torrejón de Ardoz después de avisar a un compañero de trabajo y a su marido mediante el teléfono móvil. El agresor logró huir pero dejó en el camino una escopeta, un revólver de fogueo y un machete de caza.

Las investigaciones llevaron a la Policía Nacional hasta el domicilio habitual del empresario y hasta una finca rústica que utilizaba, según los agentes, en sus actividades delictivas. Esta se encontraba protegida por seis perros de guarda. En la misma se encontraron varios efectos relacionados con sus golpes.

La Policía Nacional trabaja ahora sobre los "trofeos" que el acusado robaba a sus víctimas por si estuviese implicado en otros delitos. De momento, se le imputan delitos de violación, detención ilegal, robo con violencia, robo con fuerza, tenencia ilícita de armas, lesiones y robo de vehículo.

La Autoridad Judicial ha decretado su ingreso en el Centro Penitenciario de Albacete hasta la celebración del juicio. Durante su traslado a la citada prisión, el detenido protagonizó un violento intento de fuga que fue abortado por los funcionarios que lo trasladaban.